(Camineo/InfoCatólica) “Armados” con guitarras, panderetas y timbales. Vestidos de azul, verde, celeste, amarillo, rojo, blanco, naranja y negro. Colores que servían para distinguir a cada uno de sus países: El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Puerto Rico.
En total, 10 mil jóvenes provenientes del extranjero y otros 10 mil locales, llenaron poco a poco las graderías y la zona de césped del Estadio Mágico González. A las 9:30 de la mañana, con una oración en la que se invocaba al Espíritu Santo, daba inicio el III Encuentro de Jóvenes del Camino Neocatecumenal de Centroamérica y el Caribe. Presidía el Arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas.
Desde el atril, Kiko Argüello, fundador de este itinerario de vida cristiana dentro de la Iglesia Católica, invitó a los sacerdotes presentes a acompañar en procesión la entrada de la imagen de la Virgen de Guadalupe, Emperatriz de América.
Celebración de la Palabra e invitación a escuchar la llamada del Señor
A continuación tuvo lugar una Celebración de la Palabra, en la que tras proclamar el kerigma y leer el Evangelio, se invitó a los jóvenes: “Si hay un joven que sienta en su corazón que el Señor lo está llamando a ser presbítero para salvar est a generación, que se ponga de pie”, llamó Argüello. En pocos minutos, muchachos de distintas edades se pusieron de pie y desde distintas direcciones, caminaron hacia la tarima hasta abarrotarla.
Tras la oración, los jóvenes recibieron la imposición de manos “a fin de que desoigan las burlas y las seducciones del mundo”. A la 1.00 de la tarde, justo cuando varios cientos más de jóvenes habían respondido a la llamada a la misión y a la vida consagrada, “una fuerte lluvia pareció sellar con agua la respuesta de los jóvenes”.