(Efe) El obispo, que apoya públicamente la apertura de una "investigación internacional independiente" sobre este asunto, celebrará después una rueda de prensa para presentar los documentos.
Mons. Treanor también pedirá al Gobierno británico que emita una disculpa y recalque la inocencia de los muertos en aquella acción militar, tal y como hizo el pasado junio con las víctimas del "Domingo Sangriento" de Derry en enero de 1972.
Seis meses antes, varias unidades del Ejército británico llevaban a cabo en el oeste de Belfast la "Operación Demetrius" con el objetivo de buscar y arrestar a supuestos miembros del Ejército Republicano Irlandés (IRA, actualmente ya inactivo).
Versión oficial desmentida por los testigos
Según la versión oficial, los militares abrieron fuego después de ser disparados por republicanos en esta zona de mayoría católica, una explicación que siempre ha sido rechazada por las familias.
La información que maneja la Iglesia Católica irlandesa está basada en un informe elaborado dos semanas después de aquellas muertes a partir de las declaraciones de testigos presenciales.
Según la nota emitida hoy, entre los testigos se incluyen "un miembro en activo del Ejército británico, un miembro de la Marina británica, que regresó a su barco poco después de los disparos, y un ex miembro de la Guardia Irlandesa".
"Aquellos que recopilaron el informe indican que, de acuerdo con los testigos oculares, 'estamos convencidos de que unidades del Ejército británico, ya fuera por miedo o venganza, dispararon innecesariamente numerosas veces hacia el descampado por el que huían hombres, mujeres y niños inocentes", dice el comunicado.
La nota insiste en que los fallecidos no se vieron atrapados entre "fuego cruzado", al tiempo que advierte de que hay "suficientes pruebas" para acusar a los soldados apostados en "el tejado de los apartamentos de Springmartin".