(Agencias/InfoCatólica) En una entrevista con el diario El Tiempo, el prelado indicó que espera que Santos, presidente electo de Colombia, normalice las relaciones con Venezuela, congeladas desde agosto pasado por orden de Chávez, que ve como una amenaza un acuerdo militar firmado en diciembre pasado entre Bogotá y Washington.
Mons. Salazar precisó que la visita de los dos mandatarios a Colombia sería el comienzo de un camino que permita limar todas las asperezas, solucionar los conflictos y enfrentar todas las dificultades que se han presentado entre los vecinos andinos.
“Me parece que el diálogo es un gran instrumento para lograr el bien común. Es el único mecanismo para obtener consensos, caminos comunes y soluciones conjuntas. Me parece sumamente importante que acudan los presidentes Chávez y Correa”, dijo el prelado.
El mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, afirmó recientemente que si es invitado oficialmente a la investidura de Santos, tratará de asistir, mientras que Chávez no se ha manifestado hasta el momento.
Las fronteras no existen a nivel humano
Mons. Salazar fue en el pasado arzobispo de la archidiócesis de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, y por eso señaló que cuando vivió allá logró darse cuenta de que la frontera es una línea divisoria política, pero no existe ni humana ni social ni económicamente.
Las relaciones entre los dos países “son absolutamente indispensables” y crear una barrera que separe a la gente “es una verdadera tragedia, porque rompe una convivencia histórica permanente y acaba con la posibilidad de una vida en común”.
El arzobispo electo de Bogotá agregó que los presidentes de las conferencias episcopales de Colombia, Ecuador y Venezuela se han reunido periódicamente y que comparten el análisis y la preocupación por los problemas que se presentan.