(OMPRESS/InfoCatólica) Monseñor Pérez González presentó a la Asamblea el Informe correspondiente al curso 2009-2010 afirmando que la animación misionera no es una actividad más, sino que es "fruto de la dimensión católica y está en la entraña misma de la Evangelización". En este sentido, este trabajo no sólo "inspira y orienta el trabajo específico de las OMP y la Comisión Episcopal de Misiones (CEM)" sino que aspira a estar en sintonía con cada diócesis.
Se trata de evitar que las jornadas o campañas misioneras sean una actividad más entre otras, aspirando a insertar "la universalidad misionera de la Iglesia", que encarnan las obras pontificias, en todos los procesos de iniciación cristiana.
Según el obispo responsable de las OMP, la dimensión misionera debe estar presente en la pastoral vocacional, inculcando en los futuros sacerdotes "la disponibilidad a servir a la Iglesia en cualquier parte del mundo"; y en los medios de comunicación, que muchas veces ofrecen una visión "reduccionista" de la universalidad de la misión al limitarla a informar sobre las experiencias personales de algunos misioneros.
Las aportaciones de los fieles para Obras Misionales Pontificias
El deber de información afecta también al destino de las aportaciones de los fieles, explicando la peculiaridad de la distribución de los fondos en las OMP, en cuanto responsabilidad de la Iglesia universal. En este sentido, el arzobispo destacó la generosidad de España (el segundo país en las aportaciones económicas al Fondo Universal de solidaridad) e hizo algunas observaciones sobre una de las causas que ha provocado la disminución de las aportaciones de 2009 respecto al año anterior, el llamado "hermanamiento" entre parroquias. Monseñor Pérez González advirtió sobre la prioridad que la Iglesia Universal tiene respecto a las iglesias locales, superando la tentación de desviar parte de los fondos de las colectas pontificias (Domund, Infancia Misionera o Vocaciones Nativas) a proyectos concretos de misioneros o congregaciones religiosas.
Finalmente, el director de OMP agradeció a Dios y a la Reina de las Misiones la posibilidad que ofrecen las Obras Misionales para poder seguir sirviendo a la Iglesia "en uno de los ámbitos más urgentes y necesarios: la misión ad gentes".