(InfoCatólica) La Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles (Orreaga), llevada antiguamente por un Cabildo de Canónigos Regulares de la Orden de San Agustín, cambió su estatuto en 1983, por iniciativa de Monseñor José María Cirarda, siendo atendida desde entonces por un grupo de sacerdotes diocesanos, constituidos en Cabildo Colegial Diocesano. El 29 de abril el Vicario General de las Diócesis de Pamplona y Tudela, José Antonio Aznárez, ha enviado a todos los sacerdotes navarros una carta circular sobre este tema, acerca del cual se han dado informaciones inexactas.
La carta comienza resumiendo la actual situación de Roncesvalles, expuesta por el actual Prior del Cabildo de Roncesvales, Jesús Idoate, al Consejo de Presbiterio: el Cabildo está reducido actualmente a cinco canónigos, con una media de edad muy alta, y se hace preciso buscar una solución estable para un futuro próximo.
El Vicario expone que el Arzobispo, Monseñor Francisco Pérez González, reunido con los actuales canónigos, "les comentó que el futuro de Roncesvalles pasaba por buscar un relevo de curas diocesanos o de alguna orden, como la de los Benedictinos de Santa Otilia". Los canónigos respondieron que aunque "preferían la primera opción", "reconocían la dificultad para encontrar" otros sacerdotes diocesanos que les reemplazaran, "dada la actual escasez de clero" y teniendo en cuenta que "sería preciso que estuviesen dispuestos a vivir en comunidad". La opción de los benedictinos, según el Prior, "aportaría un gran esplendor litúrgico, pero supondría el fin de la existencia del Cabildo", además de que sería dudoso "que pudiera mejorar la atención a los peregrinos", ni "la atención a los pueblos y la relación con la Cofradía".
Juan Antonio Aznárez asegura que "los monjes de Santa Otilia no vendrán si el presbiterio no está de acuerdo" y que la solución definitiva no está tomada. "Aún en el caso de que nuestro presbiterio esté de acuerdo, no es seguro que vengan". Además, reconoce que "a todos nos gustaría que en Roncesvalles hubiese cuatro o cinco curas jóvenes navarros bien preparados para atender a todas sus necesidades, pero esto, hoy en día, no es nada fácil", considerando también "lo duro que es aquello durante los interminables meses del invierno".
Los Benedictinos de Santa Otilia, congregación dedicada a la oración, liturgia y actividades pastorales
A continuación, explica en la carta quiénes son los Benedictinos de Santa Otilia, congregación nacida a fines del siglo XIX, que en la actualidad tiene 1.100 monjes, en 19 monasterios y prioratos en África, Asia, América y Europa, y que junto "al carisma benedictino de cuidado de la liturgia y contemplación" desarrollan "actividades pastorales muy variadas: parroquias, educación, atención sanitaria, ayuda a los pobres, atención a los peregrinos, etc."
Los monjes, detalla el Vicario General, "celebran la liturgia en latín facilitando a los fieles que asisten los necesarios subsidios con los textos correspondientes y sus traducciones a diversas lenguas", "dedican mucho tiempo a las confesiones y a la atención espiritual" y "además de una buena formación, tienen un gran conocimiento de lenguas extranjeras: alemán, inglés, italiano, etc." Explica que cuando visitó la Colegiata de Roncesvalles con dos de los monjes de esa congregación, éstos aseguraron que el lugar "ofrece muchas posibilidades pastorales", por lo que "caso de que, viniesen ellos, harían falta por lo menos cinco o seis monjes allí". Ellos hicieron un informe para sus superiores, que "no tienen aún nada decidido".
Juan Antonio Aznárez afirma que "en el proceso de discernimiento hemos de contar con otro dato fundamental", que es el de que "nuestro obispo, después de meditar sobre el asunto y de llevarlo a la oración, cree que en el caso de que los Benedictinos de Santa Otilia lo viesen, merecería la pena aprovechar esta oportunidad y pedirles que viniesen".
La dificultad: "vienen de fuera", "no son de los nuestros"
En relación con la principal de las objeciones que al parecer se vienen planteando, el Vicario General reflexiona en su carta: "'Vienen de fuera', 'no son de los nuestros'... Si nuestros antepasados se hubiesen dejado guiar sólo por este criterio, aquí no habría monasterios ni conventos. En realidad, tampoco existiría la Iglesia. Pienso que hace falta humildad y apertura por nuestra parte. Así como hemos dado tantos misioneros al mundo ¿por qué no habríamos de recibirlos, si quisiesen venir, con un corazón agradecido, como don de Dios?". Y pone el ejemplo del Monasterio de Leyre: "hace cincuenta y seis años vinieron 'de fuera' y ahora, cuenta con un abad navarro".
En definitiva, para tomar la decisión, dice, no sirve el preguntarse "si sería fácil o no", ni tampoco la de si suscitaría en algunos temores, recelos u oposición. "La pregunta que hemos de hacernos es ésta: ¿ES DE DIOS?". Además de esto, expone, "es importante, en la medida de lo posible, no contentarnos con poner parches", sino que la solución que se tome "ofrezca unas mínimas garantías de estabilidad y continuidad".
De acuerdo con lo expuesto, el Vicario General de las diócesis de Pamplona y Tudela solicita a los sacerdotes navarros interesados en prestar su servicio pastoral en Roncesvalles que se lo comuniquen antes del 28 de mayo, para disponer de esta información antes de que el tema se vuelva a tratar en el próximo Consejo de Presbiterio. Y concluye su carta encomendando al Señor "que vele por el futuro de la Colegiata y, mediante la intercesión de la Virgen, Santa María de Orreaga, nos ilumine, mostrándonos la solución más conveniente para su servicio".