(Aci/InfoCatólica) Al inicio del artículo Lawson explica que Polanski no puede dar entrevistas porque "se encuentra bajo arresto domiciliario en su chalet suizo, luchando contra los esfuerzos de una corte de California que quiere extraditarlo por abusar sexualmente de una muchacha cuando ella tenía 13 años de edad, Samantha Geimer, en 1977".
"El mundo del cine, del arte en general, considera esto (el arresto de Polanski, no el abuso contra la adolescente de 13 años) un escándalo. Esto se hizo más evidente cuando la actriz de Hollywood Whoopi Goldberg lo defendió el año pasado con una observación: ‘Sé que no fue una violación-violación’".
"Con este interesante neologismo, Goldberg le dio una nueva forma a la antigua frase (usualmente usada por hombres) que dice ‘ella dijo no, pero quería decir sí’", denuncia el periodista inglés.
Seguidamente Lawson explica las acusaciones de la misma Samantha Geimer contra Polanski y cómo efectivamente abusó de ella. Relata a continuación el "buen trabajo" de los "excelentes abogados" para librar al director de cine de la cárcel para convertirse luego en fugitivo.
Señala además que el mismo Presidente de Francia Sarkozy, "tal vez influenciado por Carla Bruni", le dio a Barack Obama una carta de Polanski.
En oposición, prosigue el periodista, el Papa Benedicto XVI, que "ha pedido perdón por la inconducta de algunos miembros de su Iglesia, no disfruta de la misma indulgencia", citando los vanos esfuerzos del ateo Richard Dawkins, acompañado de Christopher Hitchckens, para arrestar al Santo Padre.
Tras comentar lo escrito por Dawkins en el Washington Post sobre la Iglesia que es, en su opinión, "una institución que viola a niños", el periodista Lawson recuerda que "siempre supe que era gente la que violaba a los niños, no las organizaciones, pero tal vez el profesor Dawkins no está muy interesado en contar a los niños que sufren abuso, sino en la Iglesia Católica y las opiniones que difunde".
Luego de citar algunos pasajes de la carta del Papa Benedicto XVI a los católicos de Irlanda en la que el Santo Padre pide nuevamente perdón por los abusos sexuales cometidos por algunos miembros del clero, Dominic Lawson comenta: "no recuerdo a Roman Polanski ofreciendo ningún tipo de disculpa a la persona de la que sí abusó, aunque sí estuvo de acuerdo en pagar, en 1993, 500 mil dólares a Geimer, probablemente bajo el entendido de que dejaría de ser una testigo hostil".
"El punto es, creo, que mientras el Papa sí entiende la tragedia que ha sido perpetrada sistemáticamente por individuos en el sacerdocio católico, Polanski genuinamente ve su conducta como inocente. Se ve a sí mismo, no a la pequeña de 13 años que sodomizó, como víctima".
"El director de cine famoso mundialmente entendía claramente el poder que tenía sobre una chica de 13 años que podía convertirse en estrella y cuyas fotos le había prometido llevar a una edición futura de la revista francesa Vogue", continúa Lawson.
"Es casi la más vieja historia de Hollywood, pero no por ello la menos desagradable".
La defensa de, prosigue, "’ella lo quiso en realidad’ no impresionaría al mundo cultural si el que la propusiera fuera un hombre sin pedigrí artístico".
Así como fue "indignante para la Iglesia Católica poner la reputación de sacerdotes antes que el sufrimiento de los niños, así también quienes ponen su fe en los artistas deberían darse cuenta que no tienen razón en ir más allá del bien y del mal", concluye Lawson.