(Zenit/InfoCatólica) En un vuelo de una hora y media de duración, el encuentro con los periodistas fue algo más breve que en otras ocasiones. El obispo de Roma se limitó a explicar los tres motivos por los que emprende esta peregrinación a Malta que concluirá en la noche del domingo.
Ante todo, el Papa explicó que ha querido venir a esta isla para recordar los 1950 del naufragio del apóstol de las gentes y aclaró que quiere tomar prestadas de la carta de san Pablo a los Gálatas las palabras que constituyen la esencia de su viaje: "la fe opera en la caridad".
"Es algo importante también para hoy --aclaró el Papa--: la fe, la relación con Dios, se transforma después en caridad. Pero pienso también que el motivo del naufragio nos interpela".
"Del naufragio, surgió para Malta la suerte de tener la fe --recordó--; de este modo podemos pensar también nosotros que los naufragios de la vida forman parte del proyecto de Dios para nosotros y pueden ser útiles para nuevos inicios de nuestra vida".
El segundo motivo por el que el Papa va a Malta, como él mismo explicó, es confirmar en la fe a "una Iglesia viva, como la de Malta, que es fecunda también hoy en vocaciones, llena de fe, en medio de nuestro tiempo, y que responde a los desafíos de nuestro tiempo".
"Sé que Malta ama a Cristo y ama a su Iglesia, que es su Cuerpo, y sabe que, si bien este Cuerpo está herido por nuestros pecados, el Señor sin embargo ama a esta Iglesia, y su Evangelio es la verdadera fuerza que purifica y cura", dijo.
El tercer motivo de la visita del Papa es de candente actualidad: Malta se ha convertido en tierra de asilo para los africanos que cruzan el Mediterráneo para tocar las puertas de de Europa.
"Este es un gran problema de nuestro tiempo y, naturalmente, no puede ser solucionado por la isla de Malta. Todos nosotros tenemos que responder a este desafío, trabajar para que todos puedan, en su tierra, vivir una vida digna y, por otra parte, hacer lo posible para que estos refugiados encuentren donde llegan un espacio de vida digna".
"Es una respuesta a un desafío de nuestro tiempo. Malta nos recuerda estos problemas y nos recuerda también que precisamente la fe es la fuerza que da caridad y, por tanto, también la fantasía para responder adecuadamente a estos desafíos", concluyó.
El Papa había recibido de los periodistas una serie de preguntas, que le había pasado el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, a las que él respondió sintéticamente con su discurso.