El Obispo de Roma agregó que en ese contexto vale la frase del Señor "me producen compasión (los hombres), son como ovejas sin pastor".
Benedicto XVI manifestó que la obligación del sacerdote es mostrar la luz de Dios "en la confusión de nuestro tiempo".
"El sacerdote jamás debe ser homologado ni homologable a una cultura o mentalidad dominante, sino mostrar la única novedad capaz de realizar una auténtica y profunda renovación del hombres, es decir que Cristo es el viviente, es el Dios cercano, el Dios que trabaja en la vida y por la vida en el mundo", subrayó.
El Papa agregó que nadie puede elegir el sacerdocio para alcanzar la seguridad en la vida, para conquistar una posición social, "el sacerdocio es la respuesta a la llamada del Señor, a su voluntad, para convertirse en anunciador no de una verdad personal, sino de su verdad".