(EP/InfoCatólica) A la espera de la visita del papa Benedicto XVI el próximo 2 de mayo, este sábado está previsto que las autoridades locales se puedan acercar a contemplar la "Síndone", nombre con el que también se conoce al Santo Sudario, a partir de las 9.00 hora local (07.00 GMT) y que los periodistas lo hagan una hora después.
La exposición al gran público, en la que colaborarán unos 4.000 voluntarios y para la que hay preparado un gran despliegue de seguridad, no se abrirá hasta las 18.00 hora local (16.00 GMT) y se calcula que este sábado ya pasen por la catedral de Turín unos 12.000 peregrinos. Como hiciera en 1998 Juan Pablo II, el papa Benedicto XVI acudirá a visitar el Santo Sudario el próximo 2 de mayo, cuando oficiará una misa en la céntrica plaza de San Carlos.
La Sábana Santa
Esta vez la visibilidad de la Síndone ha mejorado gracias a la reparación a la que fue sometida en 2002, en la que se le quitaron los parches que le habían colocado las religiosas clarisas de Chambéry (Francia) para reparar los desperfectos sufridos durante el incendio de 1532, el primero del que prodigiosamente se salvó el Santo Sudario.
La gran afluencia que se espera para este acontecimiento hará que cada visitante pueda detenerse a contemplar la Sábana Santa sólo entre 3 y 5 minutos. Quienes desean contemplar la Sábana Santa (sus últimas exposiciones públicas fueron en 2000 y 1998) deben reservar la visita previamente, en el mismo lugar de la exposición o a través de Internet, método este último que ya ha utilizado más de un millón de personas. En la página web oficial se encuentra además documentación sobre la historia y los estudios realizados a la Síndone.
La "Síndone" (del griego "sindon", sábana funeraria), que mide 4,39 metros de largo y 1,15 de ancho, es una de las reliquias más famosas y discutidas de la Cristiandad. Las pruebas para demostrar si de verdad envolvió el cuerpo de Cristo comenzaron en 1898, después de que un fotógrafo turinés hiciera una foto al lienzo y en el momento del revelado se diera cuenta de que el negativo de la foto representaba el cuerpo y la cara de un hombre crucificado al modo referido por los Evangelios.