(El Día de Córdoba/InfoCatólica) Dos jóvenes fueron detenidos y quedaron en libertad con cargos tras declarar ante el Juzgado de Guardia; otros seis se encuentran imputados por estos hechos.
El Cabildo de Córdoba, responsable de la Mezquita-Catedral, analizará el próximo viernes "en profundidad" el incidente durante una reunión. Fuentes eclesiásticas consultadas lamentaron el "grave incidente" e insistieron en que se trata de un episodio "aislado". Por este motivo, el Cabildo ha descartado incrementar la seguridad en el recinto religioso y ha mantenido vigente el plan de vigilancia programado para la Semana Santa tal y como se concibió en un principio.
Por su parte, la diócesis de Córdoba emitió un comunicado el mismo Miércoles Santo en el que explicaba los hechos sucedidos y manifestaba su postura al respecto.
“La Diócesis de Córdoba lamenta el desagradable incidente ocurrido en el recinto de la Santa Iglesia Catedral, donde un grupo de ciento dieciocho visitantes extranjeros han provocado de manera organizada un reprobable episodio de violencia. Tras ser advertidos –como marca el protocolo de visita turística del templo catedralicio- de que no podían celebrar ningún acto de culto musulmán en dicho recinto, se les invitó a continuar la visita o a abandonar el templo. Ante esta advertencia de los responsables de seguridad, respondieron agrediendo a dos de los guardias, lo que hizo que, tras ser requeridos, tuviera que actuar la Policía Nacional para poder desalojarlos y garantizar la seguridad de las personas.
Desde la Diócesis queremos, en primer lugar, manifestar nuestra gratitud y solidaridad a los dos guardias de seguridad, que en el impecable cumplimento de su deber profesional, han sufrido serias lesiones físicas en sus personas, y manifestamos igualmente nuestro agradecimiento a los mandos y agentes policiales que actuaron con prontitud y eficacia para evitar consecuencias mayores. Así mismo, deploramos el daño que se puede hacer a la imagen de nuestra ciudad, y a la cotidiana y pacífica convivencia de sus ciudadanos y visitantes. Pedimos a todos los fieles cristianos que recen en estos días santos, en los que contemplamos los grandes misterios de nuestra salvación, para que ninguna persona o institución legitime el uso de la violencia para ninguna causa, y afirmamos nuevamente que este incidente puntual no representa la genuina identidad musulmana, pues son muchos los que mantienen actitudes de respeto y de diálogo con la Iglesia Católica. Esperamos y deseamos que este tipo de incidentes no se vuelvan a producir en el futuro”.