(Efe/InfoCatólica) El padre Lombardi agregó que el Predicador de la Casa Pontificia, el franciscano Raniero Cantalamessa, sólo quiso hacer pública la solidaridad al Pontífice expresada por un judío, habida cuenta "la experiencia de dolor sufrida por ellos".
"Ha sido una cita que puede dar pie a malas interpretaciones", reconoció Lombardi.
El Viernes Santo, durante la homilía de la celebración de la Pasión del Señor en la basílica de San Pedro del Vaticano, Cantalamessa dijo que había recibido una carta de un amigo judío en la que le hablaba de las críticas de la prensa internacional al Papa por los casos de curas pederastas, al que acusan de haber "escondido" algunos de ellos.
El amigo judío, no identificado
"Sigo con disgusto el ataque violento y concéntrico contra la Iglesia, el Papa y todos los fieles. El uso del estereotipo, echar las culpas personales a la colectividad me recuerda los aspectos más vergonzosos del antisemitismo", le dijo a Cantalamessa el amigo judío, que no fue identificado por éste.
En la misma homilía Catalamessa condenó la violencia contra los niños, "de la que -dijo- se han manchado desgraciadamente no pocos miembros del clero".
Las palabras del franciscano fueron inmediatamente criticadas por varios diarios de EEUU e Israel y por el rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni, quien en declaraciones al "New York Times", expresó su "incredulidad" por lo escuchado.
Di Segni afirmó al diario, "con ironía": "Visto que el Viernes Santo es el día de la plegaria de los católicos para que Dios ilumine nuestros corazones para que reconozcamos a Jesús, también nosotros rezamos al Señor para que ilumine los suyos".