Hizo de intermediario para el cobro de un rescate que no impidió finalmente el asesinato

Josep Tarradellas supo del asesinato en 1936 de 172 maristas a manos de los anarquistas

El historiador Miguel Mir acaba de publicar -junto con Mariano Santamaria- «El precio de la traición» (Pórtico), el cual relata uno de los episodios más desconocidos de la violencia anticlerical en Cataluña durante el año 1936: el asesinato de ciento setenta y dos hermanos maristas. El historiador considera que el entonces «conseller en cap», Josep Tarradellas, sabía del asesinato de 172 maristas a manos de la CNT-FAI.

(MinutoDigital/InfoCatólica) Según recoge E-noticies.cat, el libro explica la persecución, el chantaje y la traición que sufrieron los maristas por parte de dirigentes de la CNT-FAI que ocupaban cargos de responsabilidad a la Conselleria de Interior de la Generalitat y en el Govern de la República.

Los testigos y las pruebas reunidas permiten afirmar que algunos gobernantes de la Generalitat de Cataluña,como el entonces consejero, Josep Tarradellas, conocían la persecución y el chantaje de doscientos mil francos franceses, que pagó infructuosamente la Institución Marista.

El dinero fue cobrado por Aurelio Fernández, cabeza del Departament de Investigació y de las Patrulles de Control, y secretario general de la Junta de Seguretat Interior de la Generalitat, que los entregó a Tarradellas , entonces también conseller de Finances.

Las pruebas reunidas son lo suficiente elocuentes para afirmar que algunos gobernantes de la Generalitat de Cataluña estaban al cabo de la calle de la persecución y el chantaje de doscientos mil francos que los dirigentes de la CNT-FAI -con cargos de responsabilidad a la Conselleria de Interior de la Generalitat de Catalunya- hacían a la Institución Marista, y que este dinero cobrado por Aurelio Fernández fue entregados a Josep Tarradellas, que a su turno los entregó a Josep Asens para ser trasladados y depositados en Suiza”, acaba el libro (pág. 250).

Los autores también dan nombres: “Los responsables de todo el que pasaba eran Manuel Escorza, del Comité de Investigación de la FAI; Dionís Eroles, cabeza de Servicios de la Comissaria General de Ordre Públic; Josep Asens, cabeza de las Patrulles de Control; Aurelio Fernández, secretario general de la Junta de Seguretat e Interior de la Generaltiat de Catalunya; Silví Torrentes, cabeza del cuartel de Sant Elies” (Pág. 130).

Miquel Mir (Banyoles, 1955) es documentalista e investigador. Desde hace años, lleva a cabo una exhaustiva investigación sobre los hechos de violencia revolucionaria y la expoliación del patrimonio civil y religioso durante la Guerra Civil. Con este propósito, está trabajando con varios archivos personales, como también documentos inéditos y testigos orales de las acciones que se perpetraron en la zona republicana durante el conflicto de 1936-1939. Ha publicado Entre el rojo y el negro (2006) y Diario de un pistolero de la FAI (2008).

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6 comentarios

Hermenegildo
Yo no entiendo bien la noticia. ¿Se quiere decir que Terradellas cobró el dinero pese a saber que ya habían asesinado a los maristas?
1/04/10 11:32 AM
Luis Fernando
No, Tarradellas hizo de intermediario para que el dinero acabara en Suiza. A pesar de que los maristas pagaron, al final les mataron. O sea, los anarquistas primero chantajearon, luego cobraron y finalmente asesinaron.

Al menos así lo entiendo.
1/04/10 11:39 AM
No hay ninguna sorpresa, Tarradellas de joven estuvo metido en lo más tenebroso de la persecución y matanzas llevadas a cabo por la Generalitat de Companys. Fue éste quien firmó el famoso decreto legalizando y agradeciendo la lucha "antifascista" de los comités que estaban asesinando catalanes inocentes por miles. Las checas en Cataluña fueron más terribles cuando estuvieron directamente bajo mando gubernamental. Destaca entre todas la de San Elías, donde descuartizaron a las monjas y las echaron a los cerdos- Dependía de la Generalitat de ERC.

Todavía no han pedido perdón. En el colmo del síndrome de estocolmo los descendientes de muchos de CIU alaban y aplauden a los asesinos de sus padres mientras escupen sobre los que combatieron para salvarles.
A los progres dentro de la Iglesia les pasa igual, en la actitud más vergonzante que se pueda imaginar. Ahí tienen a los monjes de Montserrat escondiendo a sus hermanos martirizados mientras alaban y dan calor a sus asesinos.

Es el veneno del nacionalismo, que hace renegar de los padres y hermanos.
Convienen más noticias de este tipo para ir formando al menos a las nuevas generaciones en algo que se parezca minimamente a la verdad histórica.

Companys fue juzgado y condenado por todos estos crímenes, pues los consintió, aplaudió y legalizó. Es una vergüenza que ese hombre pueda gozar de una estatua y calle a su nombre, con el silencio vergonzante de tantas de sus víctimas.
1/04/10 11:49 AM
ARISTO
Y encima se creen con la vitola de "demócratas". Con el paso del tiempo uno se da cuenta de que la Transición la hizo la derecha, dejándose en el camino los principios y la dignidad, mientras que la izquierda escondió astutamente sus ganas de revancha que realizan de un modo u otro ocupando, en el peor sentido de la palabra, todas las instituciones. Hoy, mientras la derecha pusilánime se va degenerando más y más, la izquierda -ya depravada- fuerza las leyes y dirige su ariete contra su obsesión máxima: la Iglesia Católica. Nunca se han arrepentido de sus crímenes y yo no albergo duda alguna de que podrían repetir su pasado. En la izquierda actual de España hay mimbres de odio suficientes como para empezar de nuevo. La diferencia con el pasado es que los católicos ya no podemos sentirnos respaldados por una derecha defensora de nuestros principios y valores. La "Transición democrática" llevaba en sus genes el mal que la había de devorar. España hoy es una partitocracia o dictadura de partidos; no existe, o mínimamante el Estado de Derecho y la Libertad está viéndose cada vez más atacada por el Gobierno/Estado.
1/04/10 1:20 PM
Completamente de acuerdo con Aristo. Es hora de la revolución pendiente, con bases firmes en el humanismo cristiano, sin rencores y con la fuerza suficiente como para acabar con el materialismo anti humano que representan la divisiones: los partidos políticos, los nacionalismos aldeanos y los capitalismos.
1/04/10 3:23 PM
Tarradellista
Tarradellas fue un gran político. Si vivierse, con el nivel que tenía, se comería a todos los políticos del Parlament. Fue un gran responsable de las industrias de guerra. Mientras todo el mundo estuvo bajo su mando, la guerra se iba ganando y la industria militar fue excelente. Cataluña, grácias a Tarradellas, fue un gran proveedor de armas.
Ahora bien, a la que los sindicalistas decidieron desentenderse, creyéndose más listos que nadie yendo de jefecillos, y los anticatalanistas de Madrid, con sus estúpidos prejuicios hacia Cataluña alegando esas cosas de que "los catalanes se lo quedan todo" y "los catalanes solo quieren la pela" y jilipolleces de este estilo, "cerraron el grifo" del Banco de España y Cataluña dejó de ser la gran suministradora de armas de la República. Incluso Tarradellas en una entrevista dejo que prefirieron dar la fábrica de armas de Toledo a los nacionales que trasladarla a Cataluña. Así que, por culpa de los prejuicios a los catalanes (que por lo visto importaban más que ganar la guerra y que la República) se perdió la guerra. Ahora, claro, esas son de aquellas verdades que no se pueden decir y que nadie se atreve a contar, porque decir que sindicalistas y anticatalanistas dieron España a Franco en bandeja de plata... uiuiui.
31/08/10 3:10 PM

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