(RV/InfoCatólica) Seguidamente el Papa ha dirigido su pensamiento al Domingo de Ramos de hace 25 años, cuando Naciones Unidas declaró el “Año de la Juventud”. Precisamente en ese 1985 el Venerable Juan Pablo II dio inicio a las Jornadas Mundiales de la Juventud. Desde ese día, cada dos o tres años, el Domingo de Ramos coincide con estos encuentros mundiales, llevando a los jóvenes hacia una especie de peregrinaje siguiendo los pasos de Jesús.
“Hace 25 años, mi querido predecesor invitó a los jóvenes a profesar su fe en Cristo que ‘ha cargado en sus hombros la causa del hombre’ (Homilía, 31 de marzo de 1985). Hoy yo renuevo este llamamiento a las nuevas generaciones, para que den testimonio con la fuerza dócil y luminosa de la verdad, para que a los hombres y a las mujeres del tercer milenio no les falte el modelo más auténtico: Jesucristo”.
Este mandato, el Papa lo ha entregado de forma ideal a los 300 delegados del Foro Internacional de los Jóvenes, llegados desde todos los rincones del mundo, convocados por el Pontificio Consejo para los Laicos. Como es tradicional Benedicto XVI ha saludado después a todos los presentes en una plaza de San Pedro llena de gente, y sobre todo de jóvenes.
En francés, inglés, alemán, esloveno, polaco, español e italiano, el Pontífice ha saludado en especial a los jóvenes pidiéndoles que ayuden sobre todo a sus coetáneos en dificultad. En este sentido el Santo Padre ha solicitado una oración especial por la Jornada Mundial de las personas con autismo, promovida por la ONU el próximo 2 de abril.