(AIS/InfoCatólica) Las capillas de emergencia han sido diseñadas por el arquitecto Gonzalo Mardones. Se trata de un modelo que consta de una estructura de hierro con cubierta vinílica resistente al agua, con una superficie de 185 metros cuadrados.
El valor de cada capilla es de 10 millones de pesos chilenos –que equivale a 18.730 dólares estadounidenses o a 13.850 euros–. Dado que se trata de estructuras fácilmente montables, su construcción puede ser realizada por un grupo de voluntarios, lo que permitirá replicarlas en diferentes lugares del país.
Estas capillas de emergencia permitirán a los párrocos de las iglesias dañadas por el terremoto acoger y consolar a sus fieles, y celebrar los sacramentos durante el tiempo necesario, así como reconstruir sus iglesias sin adoptar decisiones apresuradas desde el ámbito patrimonial, económico y social.
En las diócesis de Talca, Linares, Chillán, Los Angeles y Concepción, se calcula que el 80% de las iglesias están inutilizables. De esa forma, las misas, bautizos e incluso funerales han debido celebrarse en la calle, ya que no siempre se disponía de un salón parroquial apropiado para adaptarlo como capilla provisional.
La diócesis de San Bernardo ha producido un vídeo que permite comprobar los daños sufridos por algunas iglesias chilenas y que ha sido publicado por la agencia multimedia H2onews.org (haga click para verlo)
Más información sobre la campaña lanzada por Ayuda a la Iglesia Necesitada (que en Chile se llama Ayuda a la Iglesia que Sufre) en: http://www.aischile.cl