(RV/InfoCatólica) La escena, señaló el Papa, está cargada de dramatismo: de las palabras de Jesús depende la vida de aquella persona, pero también su propia vida. Los acusadores hipócritas, de hecho, fingen confiarle un juicio, pero lo que quieren en realidad es acusar y juzgarle a Él.
“Jesús, en cambio, `está lleno de gracia y de verdad´. Él sabe lo que hay en el corazón de cada hombre, quiere condenar el pecado, pero salvar al pecador y desenmascarar la hipocresía”.
El evangelista san Juan resalta un detalle, explicó el Pontífice:
“Mientras los acusadores le interrogan con insistencia, Jesús se inclina y escribe con el dedo en la tierra. Observa san Agustín que aquel gesto muestra a Cristo como el legislador divino: de hecho, Dios escribió la ley con su dedo en las tablas de piedra. Jesús, pues, es el Legislador, la Justicia en persona. ‘Quien de vosotros esté libre de pecado, tire la primera piedra’. Estas palabras están llenas de la fuerza desarmante de la verdad, que abate el muro de la hipocresía y abre las conciencias a una justicia más grande, la del amor”.
Jesús, prosiguió Benedicto XVI, tras irse quienes la acusaban, llama a la mujer a conversión: “Tampoco yo te condeno: vete y en adelante no peques más”. De ese modo, la introduce en la nueva vida orientada hacia el bien. Dios desea para nosotros, ha dicho el Papa, el bien y la vida. Y “Él provee a la salud de nuestra alma por medio de sus ministros, liberándolos del mal con el Sacramento de la Reconciliación, para que ninguno se pierda, sino que todos tengan la manera de convertirse”. Por eso, añadió el Papa,
“En este año sacerdotal, deseo exhortar a los pastores a imitar al santo cura de Ars en el ministerio del Perdón sacramental, para que los fieles descubran el significado y la belleza, y recuperen la salud con el amor misericordioso de Dios, que llega al punto de olvidar voluntariamente el pecado con tal de perdonarnos. Queridos amigos aprendamos de Jesús a no juzgar y a no condenar al prójimo. Aprendamos a ser intransigentes con el pecado –¡empezando por el nuestro– e indulgentes con las personas”.
Después del Ángelus, Benedicto XVI recordó que el próximo domingo, 28 de marzo, Domingo de Ramos, se celebra el 25 aniversario del inicio de las Jornadas Mundiales de la Juventud, queridas por el venerable Juan Pablo II. Por tal motivo, el Papa ha convocado para el próximo jueves en la misma plaza de san Pedro a los jóvenes de Roma y de toda la región del Lazio –“espero que seáis numerosos”, ha dicho– para un encuentro especial de fiesta con el Santo Padre, a partir de las siete de la tarde. Como siempre Benedicto XVI se ha despidió de los peregrinos saludando en distintas lenguas. Estas han sido sus palabras en español:
“Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular al grupo de jóvenes del Instituto de Enseñanza Sofía Casanova, de Ferrol. Ante la proximidad de la semana santa, os animo a todos a intensificar vuestro camino de preparación para la pascua, mediante la oración, la limosna y el ayuno. Que la contemplación piadosa y frecuente de los misterios de la pasión del Señor suscite en todos una nueva y más profunda conversión, que nos haga vivir ya para siempre de aquel mismo amor que llevó a Cristo a entregarse en la cruz por nuestra salvación. Feliz domingo”.