(Efe/InfoCatólica) La medida, un objetivo que había eludido a numerosos presidentes desde hace un siglo, sólo requiere ya la firma de Obama para convertirse en ley, algo que la Casa Blanca ha indicado que no ocurrirá antes del martes por lo menos. Media hora más tarde, los congresistas aprobaron la segunda parte de la reforma, un proyecto de ley que introduce una serie de enmiendas a la reforma para hacerla más del gusto de la Cámara Baja.
Esta segunda parte pasa ahora al Senado, que tiene previsto verla esta semana y podría votarla el viernes o el sábado, sin que en principio se prevean obstáculos insalvables para su aprobación. Ninguno de los 178 congresistas republicanos votó a favor de la medida. Más de treinta demócratas se sumaron a su "no". "La medida ha quedado aprobada", anunció una exultante presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, mientras los congresistas demócratas prorrumpían en aplausos.
En la Sala Roosevelt de la Casa Blanca, Obama, que había seguido la votación acompañado de unos cuarenta funcionarios, comenzó a aplaudir mientras su jefe de Gabinete, Rahm Emanuel, se abrazaba al asesor político presidencial David Axelrod.
En una declaración en la Sala Este de la Casa Blanca, el presidente estadounidense, que a lo largo de esta semana sostuvo más de noventa conversaciones por teléfono y cara a cara con congresistas para atraer su "sí", aseguró que el voto de esta noche "responde a los sueños de muchos".
Hoy, agregó, "nos elevamos por encima de la política... y demostramos que somos capaces de hacer grandes cosas", indicó el presidente estadounidense, quien en una alusión a su lema de campaña aseguró que "así es como luce el cambio". La reforma sanitaria había sido a lo largo del último año su gran prioridad legislativa.
El presidente estadounidense, que antes de su declaración había telefoneado a Pelosi para felicitarla, aseguró que "esta noche hemos respondido a la llamada de la Historia". "No rehuimos nuestras responsabilidades, las abrazamos. No nos acobardamos ante el futuro, le hemos dado forma". Entre las dos votaciones, los congresistas habían rechazado una moción de procedimiento presentada a última hora por la oposición republicana, que introducía una enmienda sobre el aborto, uno de los asuntos que más habían complicado a los líderes de la mayoría demócrata conseguir los votos necesarios para la aprobación.
No habrá fondos públicos para el aborto en esta legislatura
"No tengan duda de eso. No habrá fondos públicos para abortos", dijo el congresista Stupak al anunciar el acuerdo antes del voto del proyecto de reforma sanitaria.
Este congresista se alzó para defender esta noche la medida y pedir el "no" a la enmienda republicana contra el aborto, una iniciativa que le valió un grito de "asesino de bebés" proferida por uno de los legisladores presentes en la sala. Mediante el acuerdo forjado hoy, Obama, emitirá una orden ejecutiva que dejará claro que no se podrán usar esos fondos para las interrupciones voluntarias del embarazo, salvo casos extremos.
El Comité Nacional para el Derecho de Vida rápidamente emitió un mordaz comunicado disputando la declaración de Stupak: "La orden ejecutiva que prometió el presidente Obama fue emitida para efectos políticos. Esto no cambia nada", dijo el grupo. "Esto no corrige ninguna de las serias provisiones en la ley".
En sentido parecido se pronunció Richard Doerflinger, director asociado de la Secretaría de Actividades Pro-Vida de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos: "Sin ver los detalles de la orden ejecutiva, nuestra conclusión ha sido que una orden ejecutiva no puede estar por encima o cambiar los problemas centrales en el estatuto. Estos necesitan un arreglo legislativo", dijo.
Lo que establece la ley es que en los mercados de seguros deberá haber al menos una póliza que incluya la cobertura del aborto. Con la firma de la orden ejecutiva de Obama, si alguien recibe ayudas federales para el seguro y compra una de esas pólizas con cobertura de aborto, tendrá que escribir dos cheques separados. Uno, en el que podrá usar los subsidios para pagar el grueso de la póliza; otro, que debe salir del propio bolsillo y no de las ayudas federales, para costear la intervención de interrupción del embarazo.
Cobertura sanitaria a 30 millones de estadounidenses
La medida busca dar cobertura sanitaria a cerca de 30 millones de estadounidenses que en la actualidad carecen de ella. Entre otros aspectos, la reforma prohibirá a las aseguradoras rechazar dar cobertura a personas que ya padezcan alguna enfermedad y hará obligatorio para la mayoría de los residentes el contar con un seguro médico.