(Agencias/InfoCatólica) Monseñor Fernández dijo "enfrentarse al reto" de Monseñor Asenjo, de quien dijo ser muy buen amigo, que "ha dejado el listón muy alto", siendo prueba de ello "la estima y el cariño que se le tiene en Córdoba" y que son "merecidas, pues es un hombre muy bondadoso, es un pastor bueno y entregado, al que realmente le ha costado mucho irse de Córdoba". Aseguró que lo que desea es "poder responder a esas expectativas".
Afirmó que comienza la nueva etapa de su vida "lleno de esperanza y entusiasmo, al llegar a una diócesis tan viva, como es la diócesis de Córdoba" y puntualizó que "nadie busque la construcción de su propio apartamento, sino que todos busquemos primero y ante todo la construcción de la Casa de Dios, que es la Iglesia, presente en la diócesis". Del mismo modo, dijo a "los cordobeses venidos de la ciudad y de la campiña, de la sierra y del alto y bajo Guadalquivir" que "no presten atención a quienes denigran a la Iglesia o sacan a relucir sus trapos sucios para atacarla".
La vida es un don de Dios, nadie puede suprimirla directamente
En su homilía, Monseñor Demetrio Fernández hizo referencia a la aprobada Ley de Salud Sexual e Interrupción Voluntaria del Embarazo, conocida como Ley del Aborto, defendiendo que "la vida es un don de Dios y nadie puede suprimirla directamente, y menos aún en el seno materno, por ningún motivo". En su homilía, a la que tuvo acceso Europa Press, Fernández aludió asimismo a que "en la etapa terminal, la vida y la muerte es digna si se respeta y se mima a la persona hasta su último suspiro". Dos alocuciones fundamentadas para él en que, "no podemos callar sobre estos temas tan delicados y que afectan al bien del hombre". Además, declaró que "la Iglesia no impone a nadie su forma de pensar, la fe no se impone, sino que se propone", a lo que añadió que "la Iglesia sabe convivir en medio de una sociedad plural, respetando a todos sus ciudadanos, porque es experta en humanidad".
La Catedral de Córdoba y la convivencia entre cristianos y musulmanes
Por otra parte, hizo referencia al uso compartido de la Catedral de Córdoba entre cristianos y musulmanes al "reafirmar con claridad que no es posible el uso compartido de la Catedral, porque ni lo consiente la religión musulmana ni cabe en la verdad de la religión cristiana ese uso compartido". En este aspecto, el nuevo obispo argumentó que, "cristianos y musulmanes hemos de colaborar juntos en la paz del mundo y respetarnos mutuamente en la convivencia, tanto en los países de tradición cristiana, como recíprocamente en los países de régimen musulmán, en alguno de los cuales todavía hoy se persigue y se elimina a los cristianos". "Pero acceder al tan aireado uso compartido de la Catedral por cristianos y musulmanes no contribuiría a la pacífica convivencia de unos y de otros, y sembraría la confusión propia de un relativismo que no distingue la identidad y la diferencia de cada uno", defendió Fernández.
Datos de la vida de Monseñor Demetrio Fernández González
Fernández nació en Puente del Arzobispo (Toledo) el 15 de febrero de 1950. Es maestro de Enseñanza Primaria (1969), licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1980) y doctor en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Salesiana de Roma. Fue ordenado sacerdote el 22 de diciembre de 1974 en Toledo, diócesis en la que desarrolló su ministerio sacerdotal.
Fue vicario parroquial de 'El Buen Pastor' (1974-1977), profesor de Cristología en el Estudio Teológico 'San Ildefonso' (1980-2002), consiliario diocesano de los Movimientos de Acción Católica (1983-1996), vicerrector (1983-1986) y rector (1986-1992) del Seminario 'Santa Leocadia' para vocaciones de adultos, pro-vicario general (1992-1996), delegado episcopal para la Vida Consagrada (1996-1998), párroco de 'Santo Tomé y El Salvador' (1996-2004), delegado Episcopal para la Evangelización y Educación en la Fe y director de los Secretariados Diocesanos de Relaciones Interconfesionales y para la Doctrina de la Fe (1998-2004).
Fue nombrado obispo de Tarazona el 9 de diciembre de 2004. Un mes fue consagrado obispo y tomó posesión de la diócesis. En la Conferencia Episcopal Española (CEE) es miembro, desde 2005, de las Comisiones Episcopales para la Doctrina de la Fe y para la Vida Consagrada. Es obispo asesor del Orden de las Vírgenes en España.
La ceremonia de toma de posesión
El ritual, como es tradicional en estos casos, se inició en Puerta del Perdón, donde el Colegio de Consultores y el Cabildo Catedral esperaban al obispo electo, que fue presentado por el nuncio y recibió el saludo del administrador apostólico. El presidente del Cabildo, Manuel Pérez Moya, le ofreció el Crucifijo y el agua bendita.
Seguidamente, monseñor Demetrio Fernández y sus acompañantes se dirigieron a la capilla del Sagrario para orar unos instantes ante el Tabernáculo y pasar luego a la capilla del Cardenal, donde se revistieron para la celebración de la eucaristía. Tras una monición, se inició la procesión hasta el altar mayor. En el presbiterio los miembros del Cabildo catedralicio ocuparon los sitiales del lado del Evangelio, mientras el Colegio de Consultores se sentó en el lado de la Epístola.El obispo electo, que presidió la celebración, se dirigió acto seguido a su cátedra, iniciando la eucaristía.
El siguiente paso del ritual fue la alocución de monseñor Asenjo, que presentó a la diócesis a monseñor Demetrio Fernández, tras lo cual tuvo lugar la alocución del nuncio de Su Santidad y la presentación de las Letras Apostólicas del nombramiento del nuevo prelado al Colegio de Consultores. Finalmente, y antes de la liturgia de la palabra, el obispo se sentó en su cátedra, con mitra y báculo, simbolizando la sucesión apostólica, mientras repicaron las campanas de la Catedral anunciando el inicio del nuevo ministerio pastoral.