El Obispo de Roma dijo también que en una época como la actual, "de fuerte secularización, que excluye a Dios de la esfera pública y tendencialmente también de la conciencia social", muchas veces al sacerdote "se le ve como algo extraño al sentido común".
Ante ello, el Papa afirmó que hay que superar "los peligrosos reduccionismos que presentan al sacerdote como un 'operador social'".
El Pontífice aseguró que la sociedad actual tiene "una gran necesidad de sacerdotes que hablen de Dios al mundo y que presenten a Dios al mundo, hombres no sujetos a efímeras modas culturales, sino capaces de vivir auténticamente esa libertad que sólo la certeza de pertenecer a Dios da".
Benedicto XVI agregó que el mundo actual sólo pide a los sacerdotes "que sean eso y nada más", ya que los laicos -subrayó- encontraran en otras personas lo que humanamente necesitan, "pero sólo en el sacerdote encontrarán la Palabra de Dios que deben tener siempre en los labios".
El Papa reiteró el celibato sacerdotal en medio de los escándalos de abusos sexuales por parte de curas pederastas en Alemania, Austria y Holanda y después de la polémica creada por un escrito del Cardenal Schönborn en el que incluía la cuestión del celibato en relación a dichos abusos.
Según el obispo de Ratisbona (Alemania), Gerhard Muller, donde se han registrado algunos de estos casos, y el cardenal de Tegucigalpa, Oscar Rodríguez Maradiaga, no se puede relacionar el celibato sacerdotal con la pederastia, por lo que se mostraron contrario a la abolición del celibato.