(SIC/InfoCatólica) Mostrando su “inmensa alegría” por la visita del Papa para celebrar como peregrino de la fe el Año Santo Jacobeo, en Santiago de Compostela, y para consagrar la Catedral de la Sagrada Familia, en Barcelona, el cardenal explicó que si el Papa hace el viaje por “motivos peculiares, también tiene su gracia peculiar y refleja un interés del Papa por nuestra historia, de la historia de la Iglesia y del catolicismo en España, y también de su preocupación por temas y problemas de nuestro tiempo, naturalmente tal como los vivimos aquí, en España, pero como se viven en general en Europa y en el mundo”.
Refiriéndose a Santiago de Compostela, el cardenal subrayó que “no se puede olvidar” que Santiago en el Año Santo es “una referencia” para recordar las raíces cristianas y católicas de la Iglesia en España, de la cultura, y “de la nación española”. Por ello, consideró que “es inconcebible” la historia de España sin esa predicación del primer apóstol que llegó al país.
Monseñor Rouco añadió: “que el Papa venga y peregrine a Santiago en un Año Santo, en el año 2010, supone una llamada muy fuerte para que el proceso de evangelización, no disminuya en ningún momento, como alma y médula de la acción pastoral de la Iglesia, y como invitación a todos los españoles a recuperar esas raíces cristianas que son las que les pueden dar vida, y pueden traer mucho bien para toda España”.
Aliento para la fe católica de España e Hispanoamérica
Afirmó también el cardenal arzobispo de Madrid que el hecho de que la segunda parte de la visita de Benedicto XVI sea a Barcelona para consagrar la nave central del templo de la Sagrada Familia “reafirma la verdad de la pertenencia de fe y de vida, de una fe católica que genera vida, y en este caso una espléndida obra de arte de las más brillantes”. “Pero sobre todo que aliente a los católicos y a la Iglesia en España a poner su mirada en ese bien que es la familia, y que tiene como modelo la familia cristiana”, agregó.
Por otra parte, el presidente de la CEE hizo alusión al Día de Hispanoamérica, que la Iglesia celebraba ayer, y destacó que supone “una muestra del recuerdo que une a los muchos sacerdotes, y religiosas y religiosos españoles que desde hace décadas trabajan en Latinoamérica, pero que apuntan a lo que ha sido la historia en la iglesia en España en un momento de su mayor generosidad y de su mayor fecundidad y viveza apostólica: la del descubrimiento de América, la de la evangelización en los siglos XVI, XVII”.
En este sentido, recordó las tragedias de Haití y Chile: “Hace escasas semanas hemos vivido la catástrofe del terremoto de Haití. Ahora estamos viviendo también las noticias tan dolorosas que nos llegan de una nación y de un pueblo tan hermano y tan fraternalmente unido a nosotros como es Chile. Pues hacia esa realidad también se proyecta la luz de ese Señor, de ese Cristo, muerto y resucitado, en el cual creemos, por el cual vivimos, y en el cual vivimos, y por el cual vivirán también nuestros pueblos hermanos de América”, concluyó.