De Andreotti al rey Juan Carlos

Andreotti. Entre los actos organizados en Roma con ocasión del gran Jubileo del Año 2000, se incluyó también un Jubileo de los Políticos. Acudieron «políticos católicos» de un buen número de naciones. Y fue significativamente confiada la presidencia del Comité de Acogida de este Jubileo al honorable Giulio Andreotti, siete veces primer ministro de Italia y actual senador vitalicio, director de 30 Giorni, el paradigma de los políticos cristianos de la segunda mitad del siglo XX. Pues bien, conviene recordar que este eminente político católico, siempre próximo al Vaticano, allí mismo, en Roma, en 1976, firmó para Italia la ley del aborto, que autoriza a perpetrarlo legalmente durante los noventa primeros días de gestación. Quizá le aconsejaron mal, o quizá no le aconsejaron... Poco después, en 1985, salió en España la ley del aborto con la firma del rey Juan Carlos I. Normal.

«No queremos que él reine sobre nosotros» (Lc 19,14). La fe en Cristo Rey y en la conveniencia de que ya en la historia reine en el mundo, una fe siempre viva en la Europa cristiana, comienza a ser negada abiertamente desde los comienzos del siglo XVIII por algunos filósofos, de los que parte la masonería, la Ilustración y el liberalismo. El espíritu diábólico infunde así en los hombres la convicción de que sólamente lograrán ser del todo libres, del todo hombres, cuando se sacudan el «yugo suave y la carga ligera» de Cristo (Mt 11,30). Cuando afirmen con plena decisión, como el Israel rebelde a Yavé: «no te serviré (non serviam)... Somos libres, no te seguiremos» (Jer 2,20.31).

Esta rebelión de las naciones contra Cristo, iniciada en Occidente y difundida a todos los pueblos que le siguen, es ya la forma cultural y política predominante en nuestra época. En consecuencia, hoy los cristianos nos hallamos tan lejos del poder político como los cristianos de los tres primeros siglos. Hombres de la cultura, y concretamente los políticos, han sustraído, han robado el mundo a Dios, a Cristo, su Señor natural. Y llevan siglos destrozando la antigua Cristiandad occidental día a día, más y más, la cultura, las costumbres, la educación, las leyes, la vida política, los medios de comunicación, el pensamiento, el arte, todo. Y aunque no llegan a derribar las Catedrales, ciertamente procuran siempre borrar hasta el menor vestigio secular del antiguo mundo cristiano. Los católicos, pues, podemos ser mártires, pero en muy pocos lugares podemos alcanzar el poder político, para promover el verdadero bien común, como no sea en niveles políticos menores, como la alcaldía de un pueblo. No fue, por ejemplo, para nosotros ninguna sorpresa que el político católico Roco Buttiglione no llegara a ser uno de los comisarios de la Unión Europea, al tocar el tema de la homosexualidad a la luz de la verdad natural y católica.

El liberalismo, a partir del siglo XIX, impone el naturalismo en todos los ámbitos, en la política y las leyes, en la cultura y la educación, en la pedagogía y el arte, en todo. Es la afirmación absoluta de la libertad del hombre por sí misma, es decir, al margen de la voluntad de Dios o del orden natural. Por eso es más exacta la palabra liberalismo que naturalismo, ya que el liberalismo no se atiene a la naturaleza, y el naturalismo supuestamente sí. Rechazando la soberanía de Dios, la sustituye por una presunta soberanía del pueblo, normalmente manipulada por una minoría política, bancaria y mediática. Ya en 1888, el papa León XIII, cuando la perversión del orden social y político estaba sólo en sus primeras fases, afirmaba en su encíclica Libertas que el liberalismo es un modo de naturalismo militante, un ateísmo práctico, una rebelión contra Dios. Es cierto, y así lo ha sido desde entonces, y cada vez más aceleradamente. Por otra parte, León XIII reconocía en esa misma encíclica que hay grados diversos  en el liberalismo, por ejemplo, en el que algunos cristianos profesan solamente en referencia a la vida social y política. Pero también hace notar que la substancia del liberalismo viene a darse en todas sus muy diversas modalidades.

El liberalismo es el padre de los diversos sistemas modernos de gobierno –capitalismo, socialismo, comunismo, dictaduras nazis o fascistas, etc.–. Como Pío XI lo explica claramente en la Divini Redemptoris, de 1937, todos ellos son sus hijos naturales, y parten del mismo principio: «seréis como Dios, conocedores del bien y del mal» (Gén 3,5). El Estado capitalista, socialista o comunista, etc., como forma política y cultural impuesta al pueblo, sea de un modo suave y sutil o sea en forma violenta y revolucionaria –en todo caso en forma diabólica–, se constituye así como una contra-Iglesia, apropiándose de todas las funciones del reinado de Cristo sobre la sociedad. Históricamente, en la gran mayoría de los casos, no nace así un Estado pagano, sino un Estado apóstata, pues nace en pueblos de secular filiación cristiana. No es, pues, un Estado neutral y simplemente laico, sino evidentemente anti-cristiano y antiCristo. En Europa, concretamente, apenas se dan casos de «sana laicidad». Basta considerar las leyes que emanan de la Unión Europea para comprobar que objetivamente, con sus normas y reglamentaciones, tienden a borrar el cristianismo en todas las parcelas de la vida social y política.

La política sinDios tiene una prepotencia sin límites. Surge así en las naciones de Occidente una nueva Bestia apocalíptica, un Leviatán político de poder absoluto, que atropellando sistemáticamente el principio de subsidiariedad, tiende a someter a su impero todo: moral, propiedad, autoridad paterna, educación, sanidad, cultura, asociaciones, leyes, costumbres, medios de comunicación y de diversión, etc., sin dejar en pié ningún ídolo que no sea él mismo. A mediados del siglo XIX escribía el Cardenal Pie, Obispo de Poitiers, acerca del Estado monstruoso que se estaba gestando: «Nada admite que pueda sustraerse a su tiránica dictadura… Todo dogma, aun sobrenatural y revelado, acaba por ser un programa sedicioso, si está en desacuerdo con sus teorías. Toda conciencia, aun la formada según la ley divina, debe dejarse remodelar y modificar por la conciencia y la ley de los tiempos modernos» (Oeuvres V,404-405).

Quizá en su tiempo esta afirmación hubiera parecido excesiva. Pero llevamos más de un siglo comprobando su verdad en todo el Occidente, antes, por ejemplo, en la Unión Soviética, ahora en la Unión Europea. En el mundo de la política, concretamente, el nombre de Dios se hace impronunciable –los mismos políticos «católicos» lo silencian sistemáticamente–. La Educación para la Ciudadanía es el catecismo obligatorio. Quien no reconozca, por ejemplo, que todas las variantes de la sexualidad son igualmente naturales será frustrado en su vocación política –a no ser que guarde cautelosamente su convicción en un silencio absoluto–, podrá incluso ser privado de su profesión docente e incluso penado como un delincuente. Se reduce al máximo la objeción de conciencia a leyes criminales en el campo judicial, educativo, sanitario. Y en tantos otros campos. Todo este proceso siniestro ha sido descrito y anunciado claramente desde mediados del siglo XIX por el Magisterio apostólico hasta hoy. Es imposible que los derechos del hombre sean respetados cuando no se reconocen los derechos de Dios, pues aquéllos tienen en éstos su fundamento y defensa. Si Dios ha muerto, el hombre ha muerto.

Queda así el hombre moderno despojado y embrutecido. Los resultados históricos de estas enormes mentiras son para la humanidad trágicos, brutales, degradantes, y confirman que el diablo es «el padre de la mentira, y homicida desde el principio» (Jn 8,44). No se conocen en la historia siglos tan turbulentos y homicidas como los siglos XIX y XX. Millones y millones de homicidios en guerras, cuarenta millones de niños abortados cada año, 110.000 cada día... El hombre, rechazando la elevación deificante que le ofrece Dios en Cristo, se hunde en abismos de imbecilidad y división, de fealdad y crueldad, de mentira y muerte.

Sin los católicos liberales, que por convicción errónea o por oportunismo cómplice, unieron y unen sus fuerzas a las de agnósticos y ateos, no vivirían tantas naciones de antigua filiación cristiana tan cautivas del poder político del Maligno. Sin su colaboración, antes y ahora, hubiera sido imposible una descristianización del Occidente tan rápida, extensa y profunda. Su consentimiento, aunque solo sea pasivo, ha sido y es necesario para rechazar en los Estados modernos todo vestigio de la Autoridad divina y de la realeza de Cristo.

Esos cristianos mundanizados están destinados a derrotas permanentes. Cristo anuncia a sus discípulos la persecución del mundo, pero les conforta diciéndoles: «confiad, yo he vencido al mundo» (Jn 16,33). Ellos, sin embargo, no pueden vencerlo, porque ni siquiera lo combaten. Están ya previamente derrotados, porque en el fondo creen que Satanás y los suyos deben ser quienes gobiernen el mundo secular. Por eso, una de las mayores urgencias está en que los cristianos de hoy se enteren de quién les está gobernando, y sepan que el camino actual del mundo secular lleva colectivamente a una perdición temporal y eterna. «Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial, será arrancada de raíz. ¡Déjenlos! Son ciegos que guían a otros ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo» (Mt 15,13-14).

Son tantos los cristianos que ignoran hoy que viven en Babilonia bajo el imperio de Satanás. Olvidando o ignorando las enseñanzas del Salvador, confían en la virtualidad salvífica, al menos relativa, de ciertas leyes, de tales partidos políticos o de algunos Organismos internacionales. Ignoran que todas aquellas fuerzas políticas y culturales que se cierran herméticamente a Cristo, y que lo combaten, están actuando bajo el poder del Príncipe de este mundo. Allanan así el camino a aquellos falsos mesías, que preparan a su vez el pleno advenimiento del Anticristo (Mt 24,4-5.24-25). Hay que repetir hoy la afirmación del apóstol San Juan: «os aseguro que ya muchos se han hecho anticristos» (1Jn 2,18). «Es anticristo quien niega al Padre y al Hijo» (1Jn 2,22; cf. 2Jn 7). «Ésta es vuestra hora y el poder de las tinieblas» (Lc 22,53). 

Estos cristianos engañados no saben que el combate actual por el Reino no es tanto contra hombres de carne, sino contra los demonios que les inspiran y sujetan, y por eso, en su lucha por un mundo mejor, no toman «la armadura de Dios» (Ef 6,12-20), sino que emplean con su mejor intención medios buenos, bienintencionados, pero que son en gran medida inútiles, acumulando así derrota tras derrota, retrocediendo siempre ante el poder avasallador del Maligno y de los suyos. Bien está todo lo bueno que se haga, pero «hay que practicar esto, sin omitir aquello» (Mt 23,23).

Oración y martirio. El pueblo cristiano ha de luchar en favor del Reino de Dios y en contra de los Poderes de las tinieblas principalmente –no exclusivamente, por supuesto– mediante la oración y el martirio. Ha de insistir mucho más en las asambleas orantes. Es muy larga la tradición de la Iglesia en tiempos de aflicción. Ha de responder al mensaje de Fátima, oración y penitencia. Ha de empeñarse en un adiestramiento familiar y catequético, que enseñe y haga posible estar en el mundo sin ser del mundo. Y ha de estar mucho más pronto para el martirio, para el testimonio (martyrion) de la verdad. Un testimonio cristiano fuerte, valiente, aunque a veces no sea muy numeroso, dado en la sociedad, pero profesado también en los foros políticos donde se hacen las leyes que, una de dos, o procuran el bien común o fomentan la perversión general, con la gracia de Dios, puede lograr grandes victorias. Este pequeño ejército martirial, bajo las banderas de Cristo, podrá frenar la avalancha de males y abrir la tierra a inmensos bienes. Para que se organice y entre en batalla este ejército espiritual, tal como está el mundo secular, hace falta verdaderamente un milagro. Pero tantas veces los ha hecho Dios en la historia, salvando a su pueblo.

Se espera que el Rey Juan Carlos I firme próximamente una nueva ley del aborto, que facilitará en gran medida la multiplicación de los homicidios en nuestra patria. Algunos estiman que no es necesario darle consejo alguno, ya que él sabrá tomar decisiones moralmente lícitas. Pero en realidad parece que esto es muy poco probable, habiendo ya él firmado varias leyes abortistas, la del matrimonio homosexual y otras semejantes.

Hace poco, desde nuestra mínima condición mediática, en InfoCatólica, expresamos en un Editorial nuestra opinión, no infalible, por supuesto. Si el Rey firma la «Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo», que transforma el aborto en un derecho, estará traicionando su misión de Rey y escandalizará a todos los españoles, ayudándoles a bajar por un camino de mentira y de muerte.

José María Iraburu, sacerdote

Post data.– El precioso tomo de la BAC, Doctrina Pontificia – Documentos Políticos (Madrid 1958), recogía la doctrina política del Magisterio apostólico enseñada desde mediados del siglo XIX a mediados del siglo XX. Reunía 59 documentos, de los cuales 25 son encíclicas. Si hubiera que reeditar hoy la obra, no habría grandes textos nuevos del Magisterio sobre la doctrina política de la Iglesia. Y, sin embargo, la necesidad de esa doctrina renovada se nota cada vez con mayor urgencia.

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28 comentarios

horrorizado
O sea que cuando el Papa visita algún país (Alemania, Canadá, Australia, etc.) gobernado por el Maligno a través de normas constitucionales y con votaciones regulares, resulta que el Papa estrecha la mano del Mal. ¡Qué barbaridad!, hay que hacer un exorcismo internacional inmediatamente.
2/03/10 5:51 AM
Sobresaliente, matrícula de honor, summa cum laude, con mis máximas alabanzas, excepcional; una vez más encuentro que la verdad existe.
Creo que lo peor que hizo la humanidad fue el deicidio de crucificar a Jesucristo, pero como Dios es Amor sobrenatural (caridad), del peor mal ha sacado el mayor bien, en parte porque quienes LE crucificaron no sabían del todo lo que hacían. Lo más parecido al deicidio creo que es el genocidio legal del aborto, con la agravante de que saben lo que hacen.
Lo mejor que podría hacer el rey para rectificar sería imitar a Balduino, y él sabe que puede hacerlo sin causar males mayores. Aunque de hecho hace tiempo que ya ha abdicado a favor de la mayoría.
¿Quien firma el genocidio legal del aborto es un tirano, o la tiranía es de la mayoría? (Me refiero a la mayoría parlamentaria de las normas constitucionales y votaciones regulares, no a la mayoría social, aunque ya sabemos que los medios de propaganda del poder sabrían convencer de las bondades del aborto a la mayoría social para que votaran a favor en caso de referéndum).Si la mayoría decidiese el aborto, y el rey representa a la mayoría, entonces no es un tirano, porque representa la voluntad de la mayoría, la que sería tiránica es la mayoría misma. Tiranía es lo que atenta contra los valores humanos absolutos, sea un monarca o varios millones de súbditos. Condenemos el pecado, no al pecador, esperando que se convierta, yo el primero.
2/03/10 8:49 AM
Mercè Morer Vidal (Ginesta)
Sólo cabe decirle, ¡muchísimas gracias, con José María! Es sobrecogedor su testimonio profético.

Ginesta
2/03/10 9:23 AM
Miguel Serrano Cabeza
A Giulio Andreotti, "il gran condottiero", se le llama "il divino Giulio, porque posee poder sobre la vida y la muerte.

No sé qué habrá de cierto en esos apodos, pero lo que sí es cierto es que, cuando estaba secuestrado Aldo Moro (un hombre de Moscú en Roma), "il divino" dijo que, en una sesión de espiritismo, un espíritu le había informado de dónde se hallaba recluído Aldo Moro. El caso es que la Policía acudió a la dirección susurrada por los espíritus a "il divino" cuando ya era demasiado tarde: el piso estaba vacío. Pero Aldo Moro había estado retenido allí.

La Wikipedia, piadosamente, pasando de puntillas sobre la relación de la logica P2 con todo el asunto, sólo dice que: "Durante su secuestro se especuló con la posibilidad de que se conociese dónde se encontraba (un piso en Roma), e incluso Romano Prodi (futuro primer ministro), se vio envuelto en una extraña historia de sospechas a este respecto."

http://es.wikipedia.org/wiki/Aldo_Moro

Yo era jovencito. Pero me acuerdo muy bien de los detalles. Y todos eran escalofriantes.

Menuda "democracia" "cristiana".

Respecto a nuestra así llamada democracia en España, sólo quisiera recordar que está basada en la muerte del Almirante Carrero Blanco, el sumario por cuyo asesinato, una vez instruido, se perdió. Poco después de esa "pérdida" se halló el hasta entonces también perdido sumario por el asesinato de don Juan Prim Prats que, poco tiempo después, se volvió a perder.

Y así continúan a día de hoy ambos sumarios, instruídos por los asesinatos de dos Presidentes de Gobierno de España.

Las raíces de los gobiernos liberales están aderezadas con abundante sangre humana. Tal y como le gusta al Demonio.

ADVENIAT REGNVM TVVM.
2/03/10 10:43 AM
Diego
Ahora entiendo porque no es usted obispo.

¡Enhorabuena!

Me quedo con:

"Son tantos los cristianos que ignoran hoy que viven en Babilonia bajo el imperio de Satanás. Olvidando o ignorando las enseñanzas del Salvador, confían en la virtualidad salvífica, al menos relativa, de ciertas leyes, de tales partidos políticos o de algunos Organismos internacionales. Ignoran que todas aquellas fuerzas políticas y culturales que se cierran herméticamente a Cristo, y que lo combaten, están actuando bajo el poder del Príncipe de este mundo."
2/03/10 11:30 AM
Roi
Hay un par de realidades a tener en cuenta:

- El Rey no es católico.Puede ser como tantos millones de "católicos" en este país que cumplen con los ritos,pero no siguen su moral ni leyes. Y no creo que la sanción de esta ley le aparte de sus anteriores actuaciones.

- España no es un país donde haya una mayoría de católicos practicantes. Hay una grandísima mayoría de bautizados,bajando poco a poco. Pero poca gente deja de hacer algo porque la IC lo prohiba.Por tanto,decir que el Rey ofenderá con su firma a TODOS los españoles carece de fundamento.
2/03/10 11:54 AM
InfoCatólica
Sócrates, lo sentimos mucho pero su comentario es casi tan largo como el artículo y eso nos causa problemas con la base de datos. Intente resumirlo en no más de 2000 caracteres.
2/03/10 12:01 PM
Benigno Soto
Roi

El artículo no dice que la firma del Rey "ofenderá a TODOS los españoles". Dice que les perjudicará a todos, que les ayudara a "bajar por un camino de mentira y muerte". Y es verdad (sean católicos o no, practicantes o no).
Y en cuanto a que "escandalizará" a todos, etc. lo dice en el sentido propio, que "pondrá obstáculos" para el bien, facilitando el mal. Por supuesto que no dice que todos se escandalizarán en el sentido de que "pensarán que está mal la firma". A una inmensa mayoría le parecerá perfecto que firme: ¿qué problema hay en ello?
El escándalo más escandaloso suele ser aquel que no escandaliza, porque la gente ha asimilado ya el mal al que induce.
2/03/10 1:01 PM
Jesús Tanco Lerga
La abolición del aborto.

La cuestión de la vida y su brusca desaparición del serno materno mediante el aborto, no es una cuestión estrictamente política. Rebasa el orden de la libre opinión y ejercicio de los derechos cívicos regulados por la legalidad política, para situarse en el orden moral prepolítico. Hemos de trabajar juntos para la erradicación del aborto, para que nadie aborte. Y eso es algo que nos atañe a todos, a los políticos, a los prefesionales de la sanidad, de los servicios sociales, a los de los medios de comunicación, a quienes trabajan en la educación, a la sociedad entera. Hay que trabajar mucho los grupos de riesgo: población inmigrante, adolescentes sin la debida orientación, personas en edades difíciles, por ejemplo. Desde la sociedad se puede y debe hacer mucho. Qué duda cabe de que si se ha llegado a la atrocidad presente de la ley abominable recientemente aprobada, lo es por encontrarnos inmersos en una sociedad desmoralizada, enferma o quizá anestesiada a la que se quiere cambiar su naturaleza y dignidad. Seamos inteligentes y prácticos, sabiendo ganar a todo el mundo para la causa de la vida, yendo a lo fundamental y aplicando los caminos correctos para sencillamente en el tiempo que sea oportuno, conseguir la abolición del aborto. No olvidemos la fuerza de la oración y la necesidad de dar mensajes claros, oportunos, positivos y sin perder el humor, a pesar de los pesares. Jesús Tanco Lerga.
2/03/10 1:51 PM
Respetable y reverendo sacerdote Iraburu:

No puedo comprender como mi anterior comentario no ha sido publicado ( 9 de la mañana más o menos ).

No estamos en Cuba, ni en China, ni Rusia paises totalitarios y si, nuestra querida España, donde existe felízmente y según la Constitución del 78, LIBERTAD de expresión.

Mi libertad ha sido cercenada y abolida inícuamente.

Este es además, un ejemplar,católico y serio Blog Religioso.

Era un comentario perfectamente educado, responsable y correcto con el Blogger, con el Tema propuesto y las normas de etiqueta del Blog.

Como no soy rencoroso, me limito a quedarme perplejo y a rezar devotamente por usted.

Y además, le pido, las más sinceras disculpas, por si en algún comentario de otro lugar y Post, le he podido molestar u ofender ( incluido a mi hermano Epicteto, que escribe con el mismo ordenador e IP ).

San Juan escribe en ( 13, 34-35 )las palabras de Jesucristo : " Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis los unos a los otros como yo os he amado, que os améis mutuamente. En esto conocerán todos que sois mis disacípulos ".

Yo le amo y le respeto.

Un atento y cordial saludo católico y cristiano.
2/03/10 3:31 PM
Liliana
Gracias padre Jose Maria con este articulo siento que confirma mi pedido de aclaracion, el que conparto totalmente, si el poder del demonio a corrompido tanto y consuma sus hechos a la vista de todos, sin que los hijos de la luz reaccionen, por eso pienso que la naturaleza nos eta sacudiendo para que despertemos de una buena ves a la Gracia del Todo Poderoso.
2/03/10 3:58 PM
Jorge
Inmejorable y magnífico artículo!
Pero, ¿sabe lo que ocurre?
Que la mayoría de los sacerdotes encabezados por los obispos, predican cosas totalmente contrarias y por lo tanto contrarias también a la Doctrina Social de la Iglesia y a su Magisterio.
De verdad, con que gusto se leen estos artículos.
Gracias por predicar que el liberalismo es pecado.
2/03/10 4:05 PM
Jorge
Jesús Tanco Lerga,

Afirma entre otras cosas las siguiente:
"Hemos de trabajar juntos para la erradicación del aborto, para que nadie aborte."
"Desde la sociedad se puede y debe hacer mucho."

¿Me podría decir de qué manera se puede compatibilizar lo anterior, con invitar a unas Jornadas de "Católicos y Vida Pública", a políticos abortistas; votar a un partido abortista, responsable de 500.000 abortos "legales" en dos legislaturas, una de ellas con mayoría absoluta; participar en manifestaciones y en proyectos en los que se pide la abolición de la nueva ley pero no se dice nada de la anterior, etc....?

Muchas gracias.
2/03/10 4:15 PM
Maria
Debemos recordar que este no es un asunto de catolicismo. Es un asunto de derechos humanos. Si se concede a una madre asesinar a su hijo....qué otros derechos debemos abolir.
2/03/10 5:19 PM
InfoCatólica
Sócrates, se le ha explicado las razones por las que su comentario no ha sido publicado. Su extensión sobrepasa lo que permite el sistema para los comentarios.
No es censura. Es protección de la base de datos de InfoCatólica.

Escriba lo mismo en menos espacio, o en dos comentarios seguidos, y con gusto se lo publicamos.
2/03/10 6:21 PM
Enrique
Andreotti manifestó "off the record" que todo lo que le ocurrió cuando le denunciaron de colaborar con la mafia, etc era consecuencia de haber aprobado la ley del aborto, que merecía eso y mucho más.
2/03/10 6:28 PM
Néstor Martínez
Muy bien dicho. Hacen falta muchos sacerdotes valientes que no teman decir la verdad en estos tiempos "políticamente correctos". Nunca se ha hablado tanto de "derechos humanos" como hoy día, y nunca el genocidio ha sido tan grande y generalizado, más aún, legalizado, y democráticamente promulgado. Es una ridiculez suma decir que todo está bien si es fruto de un proceso democrático. Ojo, porque eso es como refutar la democracia "ab absurdum". No hay que poner a la gente a elegir entre la democracia y el derecho a la vida. La ceguera de muchos es tan grande, que sin duda es sobrenatural.
2/03/10 6:58 PM
JCA
El caso de la ley del aborto italiana firmada por Andreotti era más bestia que la española: permitía expedientar a los médicos que se negasen, y se hizo.
2/03/10 8:29 PM
José María
Magnífico, Padre.
Concuerda con lo que publiqué.
"La Iglesia y el aborto". Publicado en:
http://www.arbil.org/123abor.htm
y
http://altoyclaro.com/Iglesia%20aborto%20hispanicus.htm

Mil gracias por su valentía y por el enfoque de que no hay que tapar, a la vez que hay que rezar muchísimo.
Gracias.
2/03/10 10:54 PM
La realidad real es que hoy día el hombre, se ha hecho amigo entrañable del Anticristo y sus doctrinas.
El espíritu del Anticristo está ya entre nosotros desde el siglo XIX y XX con sus gigantescas y crueles guerras ( las crisis y los horrores de la historia han anunciado su pérfida llegada, " para perder a las naciones de la tierra " Apocalipsis ); EL ANTICRISTO está entre nosotros ( El ANTIDIOS )y parece haber dado un salto cualitativo NUEVO en su ODIO satánico contra la raza humana. Utiliza a las personas y a los gobiernos en una reconfiguración de la vida e ingeniería social sin precedentes, mediante leyes que violan los principios morales absolutos basados en la Ley Natural y en la Revelación sobrenatural. ¿ Que es lo que se intenta ?. La destrucción de la cultura y civilización cristiana, de la persona y familia cristiana y de todo lo instituido por Jesucristo: su Santa Iglesia.
Estamos entrando y en la HORA DE LAS TINIEBLAS.
Las naciones más poderosas de la tierra llaman inicua y satáticamente al mal el bien y al bien el mal. Fomentan la bestial matanza de los inocentes como si se tratase de una política razonable, positiva y sensata. El inmenso poder del gran satán utiliza la tecnología y la psicología modernas y los emplea con enorme ingenio y astucia a todos los niveles, para redefinir Orwelianamente el significado y el valor de la vida humana. El asesinato institucionalizado y globalizado (aborto y eutanasia) se ha convertido en un fenómeno masivo a escala mundial. Es el reino del crimen y de la mentira. Los enemigos humanos de Dios no saben a quién están sirviendo ( al padre de la mentira ), y se justifican ante sí mismos con una suerte de "humanismo". Un humanismo terriblemente mutante, que niega la humanidad a una buena parte de la humanidad. No debemos odiarles, pero ciertamente los cristianos debemos afilar nuestras espadas de la luz y de la FE y pacíficamente plantarles cara.
Desde la acción solidaria ( cada uno desde su puesto ), la alerta permamente común y UNIDA para TODA la santa Iglesia Católica y la más profunda, defensiva y permamente oración a nuestro Dios.
3/03/10 10:19 AM
ricardo
Que bien, como se aprende leyéndole.
Gracias.
3/03/10 10:40 AM
La verdad es que Dios ya derrotó al antiguo enemigo de la humanidad con la muerte de Cristo en la Cruz y su posterior gloriosa Resurrección. Los frutos de su victoria sobre el mal aún no se han completado, y Él nos dijo que ello no sucedería hasta la consumación de los tiempos. Las señales son muy claras y esos tiempos ya están llegando. Los terrorismos, las guerras, las cátastrofes naturales, el relajamiento y relativismo de las normas morales, la infidelidad creciente, el más gigantesco hedonismo ya reina en todo el mundo, la globalización del odio a lo espiritual y a lo ético, son los predichos y proféticos brotes verdes que nos anuncian ya la primavera. Así que a nosotros nos queda la batalla final, una "Pascua" final que la Iglesia debe pasar antes de la restauración de todas las cosas en Cristo. Sugiero a los lectores que estudien devotamente los epígrafes 675 y 677 del Catecismo de la Iglesia Católica.
Es la hora de la fe y de la esperanza inquebrantables en sólo Dios. Todos los tiempos de la historia son suyos. Alpha y Omega. Nos toca luchar unidos.
En este tiempo de máxima tensión, se hace extremadamente difícil mantener la lucidez y la claridad en los conceptos y en las cosas. El Estado no puede atribuirse los derechos de las familias sin dañar gravisimamente los verdaderos fundamentos de la sociedad. La familia no puede abandonar sus responsabilidades sin causar un grave daño a los hijos. Una democracia auténticamente humana no puede sobrevivir ya mucho tiempo si no respeta la conciencia y los derechos de la familia, y el derecho de todo ser humano a la vida desde la concepción a su muerte natural. Si violan estos derechos, el Estado se convierte en un instrumento de destrucción y de muerte para su propio pueblo.
La forma más peligrosa de totalitarismo es, sin embargo, aquella que se presenta a sí misma como benéfica y salvadora. Es la más difícil de derrocar, porque nunca se revela completamente como es. En ese entorno psicológico-espiritual, la persona "normal" tiene grandes dificultades para comprender la realidad del...
3/03/10 11:43 AM
............ del mundo que le rodea.
En tiempos complejos y de máxima tensión, es más cómodo y fácil vivir negando los hechos. Es más cómodo no luchar. Es entonces cuando se nos programa la mente, para ceder cada vez más ante el espíritu del mal.

Dice en el Apocalipsis: " El que Es, va a llegar en seguida " ( 22,12 ). " En un momento haré llegar mi victoria, mi brazo gobernará los pueblos; me están esperando las naciones, ponen en MI su esperanza " ( Isaías 51,4 ).

Por¨que Él es Aquel que tiene las únicas palabras de Vida eterna, el único que puede decir: " Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no camina en tinieblas" ( San Juan 8,12 ).

A Él le pertenece la realidad integral, humana y cósmica; según lo predicho: " Este es el plan trazado desde antiguo: recapitular en Cristo todas las cosas " ( San Pablo a los Efesios 1, 10 ).

Así pues, " NO temáis. Yo he vencido al mundo" ( San Juan 16,33). Él es la Verdad y Esperanza del mundo. Y nosotros repetimos " Ven Señor Jesús" ( Apocalipsis 22,20 ).

Si Dios está de nuestra parte ¿ A quién temeremos ?.

Salmo de David 123 : " Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra ".

Cordiales saludos.
3/03/10 12:14 PM
Infinitas gracias por este maravillo artículo. De una persona como Ud, Padre, sólo puede esperarse tanto luz.

Espero que muchos católicos se den cuenta de la importancia que tiene.
3/03/10 12:15 PM
naftul
Si alguien ve a Jesus tanco lerga por favor que le pida que conteste a Jorge, sería muy interesante saber por qué el ACDP se organiza esos conciliabulos aparentemente católicos que no nos llevan a ninguna parte.
3/03/10 4:32 PM
Ricardo de Agentina
Suscribo totalmente lo expresado por Eleuterio.
3/03/10 9:03 PM
Nonplacet
Muchas gracias, P. Iraburu, por este artículo. Desgraciadamente, pocos entre el clero se atreven a decir lo mismo, o, peor aún, desconocen la doctrina social de la Iglesia en este aspecto.

La verdad, es difícil comprender que se pretenda amar a Dios por encima de todas las cosas y luego se le expulse de la espera pública... de manos de los propios católicos. Y es que la mayoría de los fieles han asumido la Revolución y su postulado inicial: expulsar a Dios primero de la política. Luego, claro, de la sociedad, posteriormente de las familias y por último de las conciencias. Cuando los propios católicos van cediendo terreno a las exigencias de sus enemigos, la partida va mal.
5/03/10 7:28 PM
L. Alejandro Recio
No comparto que se involucre al fascismo con el comunismo y otras ideologías anticristianas , Mussolini firmó el Concordato con El Vaticano que le devolvió al Papa y a la Iglesia Católica sus potestades en Roma y en toda Italia , el Papa era virtualmente un prisionero dentro de las fronteras vaticanas ; también instauró la enseñanza católica en las escuelas y edificó numerosas iglesias y parroquias en todo el territorio italiano , y declaró a San Francisco de Asís y Santa Catalina de Siena , Patronos de Italia .
4/04/19 6:02 PM

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