(Aci/InfoCatólica) “Que haya personas que quieran llevar una relación sexual y que en la intimidad de su alcoba realicen las acciones que ellos quieran, el Estado no lo puede castigar ni lo puede convertir en un delito. Lo que en verdad preocupa a la Iglesia es darle categoría de matrimonio, porque esto atenta contra la dignidad en el fondo de la familia, y porque además una legislación de esta naturaleza tiene repercusiones en la percepción cultural de la sociedad”, arguyó monseñor Martín Rábago.
“Las leyes –subrayó– conforman la cultura de una sociedad, y cuando las normas establecen ese tipo de conductas se va creando un ambiente cultural que es permisivo, que reconoce por tanto que esto es totalmente legítimo”.
Asimismo, el arzobispo mexicano recordó que “no es la Iglesia la que ha inventado la familia y el matrimonio, en realidad es algo que está en la misma naturaleza del ser humano, está escrito en la misma constitución complementaria de los sexos en orden a la fecundidad, esto es lo que en realidad se destroza cuando se le da categoría de matrimonio jurídicamente hablando, a una unión de este tipo (homosexual)”.