(Aci/InfoCatólica) Los miembros que firman este comunicado son el profesor británico Luke Gormally, ex Director del Linacre Centre for Healthcare Ethics; la venezolana Christine de Marcellus de Vollmer, Directora de Alianza para la Familia; monseñor Michel Schooyans, profesor emérito de la Universidad de Lovaina; la doctora polaca Maria Smereczynska y el doctor Thomas Ward, Presidente de la National Association of Catholic Families, de Inglaterra. En el comunicado se dice lo siguiente:
“El posible cambio del Arzobispo Rino Fisichella como Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, que diversos comentaristas anticiparon, no se dio en la asamblea de la academia de la semana pasada. ¿Por qué? Esencialmente por una decisión política tomada por varios de los que habían firmado una carta el 2 de abril de 2009 al Arzobispo Fisichella y una subsiguiente carta al Cardenal Levada (Presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe - CDF) el 1 de mayo de 2009, buscando corregir la errónea impresión que se dio sobre la enseñanza de la Iglesia en cuanto al aborto directo, creada por el artículo del Arzobispo Fisichella en L’Osservatore Romano del 15 de marzo de 2009”
“Las razones para esta decisión política fueron dos: en primer lugar, una confrontación abierta con Fisichella en la Asamblea hubiera dividido a la Academia, no necesariamente porque los académicos estuvieran de acuerdo con su conducta sino porque muchos habrían consideraron inapropiado tratar de esa forma a alguien designado por el Papa, que es también un Arzobispo. Además, una confrontación abierta por parte de laicos académicos habría corrido el riesgo de provocar un cierre de filas en la Curia en torno a Fisichella por la cultura clerical de ese cuerpo, a pesar de la falta de apoyo para él en muchos lugares”.
(La otra razón) “es que existe información creíble sobre que Fisichella es percibido ampliamente en la Curia como un inadecuado Presidente de la Pontificia Academia para la Vida y que existe una razonable expectativa de que el Santo Padre reconozca la necesidad de darle una ocupación más acorde con sus capacidades”.
“La ausencia de un abierto desafío a Fisichella ha creado la desafortunada impresión de que los miembros de la Academia apoyan su presidencia, resignadamente o de alguna otra forma. Esta es una impresión que a él le interesa propagar. Nada puede estar más lejos de la verdad, y una de las principales razones que muestran que esto es falso es el discurso seriamente imprudente que dio al inicio de la Asamblea”.
(Fisichella) “no mostró la menor conciencia de los graves efectos de su artículo en L’Osservatore Romano del 15 de marzo de 2009” (sobre el caso de la niña brasileña que fue sometida a un aborto doble en Recife) “ni de su propia responsabilidad por tales efectos. Los respetuosos esfuerzos de los miembros de la academia para buscar una corrección del mismo por su parte (que él rechazo en ese momento) los describió como ataques personales contra él motivados por ‘rencor’. Ninguno de los firmantes tenía la ninguna razón para tener esos sentimientos hacia él, que ha argumentado que la ‘Clarificación’ finalmente publicada el 11 de julio de 2009 por la Congregación para la Doctrina de la Fe le disculpa”.
“En otras palabras, no se retractó de nada de lo que dijo en el artículo. Fisichella pudo hacer plausible su afirmación haber sido disculpado gracias al desafortunado primer párrafo de la "aclaración", que dice lo siguiente: ‘Recientemente un número de cartas han sido enviadas a la Santa Sede, algunas de las cuales vienen de prominentes figuras de la vida política y eclesial, explicando la confusión que se ha creado en varios países, especialmente en América Latina, tras la manipulación y explotación del artículo de Su Excelencia el Arzobispo Rino Fisichella, Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, sobre el triste caso de la niña brasileña'”.
“Lo que no se conoce es que ése no es el texto literal original del párrafo inicial que se debió haber publicado en L’Osservatore Romano. Fisichella pudo ver el texto antes de su publicación y pidió que el párrafo original fuese cambiado a la versión publicada. De esta forma se le permitió rechazar, con la aparente autoridad de la Congregación para la Doctrina de la Fe, toda responsabilidad por el dañino impacto de su artículo sobre la defensa de las vidas humanas inocentes no nacidas. ¡La responsabilidad por ese daño correspondería sólo a la forma en que otros han ‘manipulado y explotado’ su artículo!”
“Pero no contento con rechazar la responsabilidad por el daño que su artículo ha causado, en su discurso a la Academia del 11 de febrero Fisichella dijo que la justificación (de la CDF) se extendía al contenido de su artículo. Este alegato es ciertamente grave porque de lo que dice el artículo se deduce claramente es que existen situaciones difíciles en las que los doctores tienen un margen de ejercicio autónomo de conciencia al decidir si se realiza un aborto directo. Parecería así que la ’Clarificación’ de la CDF no logró clarificar la mente del Arzobispo Rino Fisichella, y, de ser así, se plantea la complicada cuestión de hasta qué punto fue efectiva en general la ‘Clarificación’ para disipar la errónea comprensión de la doctrina de la Iglesia sobre el aborto directo transmitida en el artículo del 15 de marzo de 2009”
“En lugar de crear unidad y verdadera armonía en la Academia, el discurso de Fisichella del 11 de febrero tuvo el efecto de confirmar en las mentes de muchos de sus miembros la impresión de que estamos siendo guiados por un eclesiástico que no entiende en absoluto lo que conlleva el respeto pleno a las vidas humanas inocentes. Este absurdo estado de cosas en la Pontificia Academia para la Vida solo puede ser rectificado por aquellos que son responsables de su nombramiento como Presidente”