(Efe/InfoCatólica) La rueda de prensa tuvo como objeto presentar el documento de la CEM titulado “Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna”, elaborado en el último año y que ha sido remitido a políticos, organismos civiles y medios de comunicación. En dicho documento se hace una llamada a las autoridades federales, estatales y municipales, así como al Ejército, y a todos los ciudadanos a entender que el crimen organizado no sólo es un problema de seguridad sino de "salud pública".
“La economía es uno de los ámbitos en los que debemos buscar los factores que contribuyen a la existencia de la violencia. La pobreza, el desempleo, los bajos salarios y los niveles inhumanos de vida exponen a la violencia a muchas personas", subrayó Monseñor Rodríguez Vega.
Políticos, fuerzas armadas, sacerdotes y religiosos, ciudadanos
El obispo de Nuevo Laredo alertó sobre la necesidad de terminar con "los privilegios de la clase política", así como de la gravedad de que la ciudadanía asuma la violencia como algo natural.
El documento de los obispos mexicanos exhorta a las Fuerzas Armadas a que, como primeros testigos de la violencia, se comprometan a defender los derechos humanos y garantizar la convivencia pacífica con los civiles para que el país recupere la estabilidad y la convivencia pacífica.
"También quienes representan a la Iglesia han fallado en su tarea evangelizadora, que se ha limitado a cumplir con los rituales y que incluso su lenguaje está rebasado por la realidad", añadió monseñor Rodríguez Vega.
En la misma presentación el presidente de la CEM, el arzobispo de Tlanepantla Carlos Aguiar Retes, dijo que, al igual que los delincuentes se han organizado, la sociedad debe manejar estrategias que ayuden a pacificar el país. Monseñor Aguiar se dijo partidario de "trabajar por la humanización y restauración" del tejido social en México.
Llamamiento a quienes participan en la violencia, mafias y narcotráfico
Por último los obispos reiteraron un llamamiento que ya han hecho algunos de ellos a quienes ejercen la violencia y a quienes participan en las mafias y el narcotráfico, a que abandonen los medios violentos para lograr sus metas y a que dejen de atacar a los civiles inocentes.
"¡Arrepiéntanse y cambien de vida! Busquen la vida y no la muerte. Dios está siempre dispuesto a perdonarles. Sólo les pide que reconozcan sus errores, que se arrepientan de ellos y no le ofendan más agraviando a sus hijos", señala el CEM en las conclusiones.