(Efe/InfoCatólica) "Lo que estamos viviendo es inédito, nunca lo habíamos visto, lo que ustedes (la prensa) nos dicen en sus páginas es horrorizante, verdaderamente, pero no vamos a perder la fe, no vamos a perder la esperanza", indicó el prelado.
El Salvador cerró 2009 con un total de 4.365 homicidios, un promedio de 12 al día y una cifra de violencia social no registrada por lo menos en los años posteriores a la guerra civil, que concluyó en 1992.
Este año, según cifras policiales, el promedio de muertes violentas diarias aumentó a 13.
El pasado 2 de febrero, siete supuestos pandilleros de la "Mara 18" fueron acribillados por un grupo de desconocidos en un río próximo a la ciudad de Suchitoto (norte), mientras que la noche del 6 de febrero otro grupo armado asesinó a cinco personas en un restaurante de la localidad de Tonacatepeque (centro).
El arzobispo indicó que "vale la pena que la sociedad entera unida al Gobierno busque la solución al problema de la violencia, de lo contrario, que Dios no lo permita, vamos a ver sucumbir a esta sociedad".
Monseñor Escobar Alas elogió, por su parte, un proceso de consultas que el presidente salvadoreño, Mauricio Funes, realiza sobre las directrices de su política para combatir la delincuencia y la violencia.
Además, avaló la reciente decisión de la Asamblea Legislativa de aumentar de siete a 15 años la pena máxima de cárcel para menores de edad (entre 16 y 17 años) que comentan delitos graves como homicidios.
Sin embargo, remarcó que esta medida "no basta", y urgió la puesta en marcha de "planes de promoción de los jóvenes, de ayuda, de capacitación y de rehabilitación".