(InfoCatólica) Milo Yiannopolous, conocido autor, activista de derechas y comentarista político británico, concedió hace poco una larga entrevista al periodista norteamericano Tucker Carlson que ha suscitado fuertes reacciones. Yiannopolous, que es católico practicante y se presenta como «ex gay», respondió con contundencia a las preguntas del periodista sobre la homosexualidad y su propia experiencia vital en ese aspecto.
En particular, señaló que la idea de que se «nace gay» se inventó como una «estrategia de marketing», rechazando así el llamado «paradigma esencialista», que pretende que la orientación sexual es un rasgo innato y esencial de la personalidad, determinado por cuestiones genéticas. Para el activista británico, a la luz de los datos de los estudios con gemelos resulta indudable que la atracción hacia el mismo sexo no tiene una causa genética, sino que hay que pensar más bien en un conjunto de factores.
Milo afirmó que la homosexualidad es «la respuesta ante un trauma», que puede determinar el desarrollo psicológico y afectivo de una persona. A ese respecto, hizo referencia a su propio caso: una familia rota, relaciones muy difíciles con un padrastro y finalmente abusos sexuales sufridos cuando era adolescente.
Yiannopoulos mantuvo un estilo de vida abiertamente homosexual durante años e incluso contrajo matrimonio civil con un hombre en Hawái en 20217. Ya en aquella época, sin embargo, defendía que los actos homosexuales eran un pecado y rechazaba los intentos de cambiar la doctrina de la Iglesia sobre el asunto.
En otra asombrosa entrevista concedida en 2019 a la revista jesuita America, dirigida por el P. James Martin SJ, gran defensor de la normalización de la homosexualidad en la Iglesia, Yiannopoulos afirmó que «yo no disputo la doctrina de la Iglesia sobre la homosexualidad […] No se me ocurriría pedir que la Iglesia abandone sus verdades difíciles solo para mentirme y que yo me sienta mejor conmigo mismo. Amo la verdad, no las mentiras y sé que la verdad no se basa en los sentimientos de nadie».
«No entiendo a esos católicos —como, si me permiten la terrible impertinencia, el editor de esta revista, el P. Martin— que dan a entender que, si a la gente no le gusta lo que dice la Iglesia, quizá sea la Iglesia la que está equivocada o deba pedir perdón. La Iglesia se fundó sobre una roca y sobre la cruz, no sobre un abrazo», continuó.
En 2021, Yiannopoulos declaró al portal provida LifeSiteNews que había abandonado el estilo de vida gay, movido principalmente por sus creencias religiosas, y que se dedicaría a promover las llamadas «terapias de conversión». Estas últimas están prohibidas en múltiples países, incluida España. En su entrevista, tanto Tucker Carlson como Yiannopolous se extrañaron de ese empeño de las autoridades públicas. «¿Por qué hacen que la gente tenga que seguir siendo gay contra su voluntad?», preguntó retóricamente el activista. «Creía que la idea era que podías ser lo que quisieras», comentó Carlson.
Yiannopolous también explicó que «haber normalizado la homosexualidad en el Partido Republicano es de lo que más me arrepiento, incluso más que del daño que he hecho a mi propia alma, que es muy grande».
Muchos han preferido ignorar las opiniones expresadas en la entrevista y otros las han criticado duramente por diferentes razones, algunas centradas en el estilo provocador de Yiannopolous. La hija del difunto senador republicano y candidato a Vicepresidente John McCain, por ejemplo, se quejó de que la hubiera llamado «gorda» durante la entrevista y dijo que eso no era «cristiano».
También, sin embargo, ha habido reacciones positivas. En un artículo titulado «Milo Yiannopolous se atreve a decir la verdad sobre la homosexualidad” y publicado en Blaze Media, Jennifer Roback Morse, Presidenta del Instituto Ruth, reconoció el carácter polémico característico de la imagen pública de Yiannopolous, a la vez que señalaba que «puede que sea provocador, pero tiene razón» y que sus afirmaciones “se basan en investigaciones científicas”.
Milo Yiannopolous, siempre inmerso en polémicas y enfant terrible, ha sido expulsado de Twitter, Facebook, Instagram, Patreon y otras plataformas, sus libros han sido cancelados, sus propios abogados renunciaron a defenderle en una ocasión, sus apariciones públicas en universidades fueron prohibidas e incluso Australia le denegó el visado para entrar en el país. En los Estados Unidos, donde reside actualmente, se da un amplio margen a la libertad de expresión, pero en otros países algunas opiniones que expresa se considerarían delictivas.








