(Lifenews/Infocatólica) Un grupo de monjas católicas de Estados Unidos se han unido a una campaña nacional para enviar tarjetas de Navidad a todos los centros abortistas del país, pidiendo a los trabajadores que abandonen la industria del aborto.
La iniciativa partió de la organización provida And Then There Were None (ATTWN), que quiere decir «y entonces no quedó nadie». El nombre está tomado de la novela de Agatha Christie del mismo título, que hablaba de una cancioncilla infantil sobre diez niños que van desapareciendo, uno en cada estrofa.
La organización está dirigida por Abbey Johnson, activista contra el aborto que anteriormente dirigió un centro abortista de Planned Parenthood, pero que dimitió en 2009 tras ver las imágenes de un aborto. Sus memorias se llevaron a la gran pantalla en la película Unplanned en 2019, que fue un éxito a nivel mundial, aunque en algunos países no se le hizo casi promoción. ATTWN ha asistido a más de 700 trabajadores de centros abortistas desde 2012, ayudándoles a abandonar estas empresas dedicadas a acabar con la vida de los más indefensos.
La hermana Christina Nazareth, una hermana capuchina de un convento de Williamsport, Pensilvania, recibió una carta de ATTWN, animándola a unirse a la campaña de tarjetas de Navidad. Las hermanas no tienen ordenadores, ni correo electrónico, ni página web, ya que son una orden contemplativa dedicada a la oración, por lo que escribir a mano y mandar por correo las tarjetas les pareció una buena oportunidad para evangelizar.
La organización proporcionó a los conventos participantes las tarjetas navideñas y las monjas escribieron en ellas mensajes para los trabajadores de los centros abortistas. «Todas las tarjetas se colocan en nuestro altar con el Santísimo Sacramento. Oramos para que nuestro Señor las bendiga y las haga llegar a las manos que lo necesiten», dijo la hermana Christina.
La campaña ya ha dado fruto, puesto que una trabajadora de un centro abortista, que prefiere mantenerse en el anonimato, abandonó su puesto después de recibir una de estas tarjetas. «Todavía la tengo, esta preciosa tarjeta de Navidad. Estaba escrita a mano, y básicamente decía: '¿Estás buscando una salida? Podemos ayudarte a salir de la industria del aborto. Llama a este número'. Le pregunté a una compañera si la carta era real y me dijo que no le prestara atención. Algo me impulsó, sé que era el Espíritu Santo, a meterla en mi bolso y traerla a casa». Lo hizo, y luego llamó a ATTWN.
Los organizadores insisten en que no quieren crear conflictos, sino brindar una oportunidad de conversión durante este tiempo de Adviento y Navidad, animando y rezando para que el Espíritu Santo ilumine a esas personas a no colaborar con el aborto. Muchas veces sólo hace falta un pequeño gesto como este para que alguien cambie su vida y se dirija hacia el buen camino.








