(InfoCatólica) Según informan diversos medios la agresión se produjo cuando el conocido vaticanista de The Pillar, Edgar Beltrán, preguntó al Secretario sustituto del Estado Vaticano, Mons. Peña Parra si había preocupación por una posible politización por parte del gobierno venezolano de las canonizaciones que iban a tener lugar el domingo 19 de octubre.
El periodista preguntó en un acto en la Universidad Lateranense de Roma previo a la canonización del Dr. José Gregorio Hernández y la madre Carmen de Rendiles.
Medios como El Nacional recogen las primeras informaciones difundidas en las redes sociales por el periodista Orlando Avendaño:
Un venezolano agredió en Roma, antier, al periodista @edgarjbb_de @PillarCatholic por preguntarle al monseñor Peña Parra si le preocupaba que el régimen de Maduro politizara la canonización. Le quitó el teléfono, lo lanzó, lo empujó e insultó. Ese venezolano era el empresario Ricardo Cisneros, que formaba parte de la comitiva del régimen, según fuentes que fueron testigos de la agresión.
GRAVE | Un venezolano agredió en Roma, antier, al periodista @edgarjbb_ de @PillarCatholic por preguntarle al monseñor Peña Parra si le preocupaba que el régimen de Maduro politizara la canonización.
— Orlando Avendaño (@OrlvndoA) October 19, 2025
Le quitó el teléfono, lo lanzó, lo empujó e insultó.
Ese venezolano era el… pic.twitter.com/mnAs0io5Wo
La pregunta que desató la agresión
El lunes The Pillar confirmó los hechos en un artículo de su editor jefe, JD Flynn:
Esto es lo que Edgar nos contó en un correo electrónico el viernes por la noche:
Cuando Peña Parra intentó responder a la pregunta, un venezolano no identificado se apresuró a interrumpir la conversación.
Me dijo, en español venezolano, que no podía hacer preguntas sobre el Gobierno. Cuando Peña Parra intentó continuar, el hombre me quitó el teléfono de las manos y lo tiró sobre una mesa.
Me agarró por la camisa y me preguntó para quién trabajaba.
No sé quién era, pero le dije que se apartara. Le dije que trabajaba para The Pillar y que era un miembro acreditado de la prensa. Me empujó lejos de Peña Parra, que observaba toda la situación atónito y con los ojos muy abiertos.
Empecé a responder y el hombre me gritó «¡NO!». Dijo que mi pregunta era «demasiado delicada» e intentó empujarme.
Edgar se mantuvo firme. Cuando Peña Parra se alejó de la situación, el hombre intentó volver a agarrar el teléfono de Edgar. Le insultó, le agarró por el cuello de la camisa y empezó a empujarle.
No lo recuerdo, pero en la grabación de audio que tengo de toda la experiencia, empecé a reírme de este hombre. Quizás solo estaba nerviosa. O quizás, mientras hablaba, me di cuenta de que no estábamos en Venezuela y que un hombre como él no podía hacerme daño aquí.
Le dije: «Estamos en un país libre. Ya no estamos en Venezuela».
Él siguió gritándome, pero alguien que no conozco lo sujetó físicamente y se lo llevó.
Ahora bien, esto es lo que hace que Edgar sea uno de los reporteros más impresionantes que conozco. Después de todo eso –la intimidación y la agresión–, Edgar encontró su grabadora, se sacudió el polvo y volvió al trabajo.
Volví con el arzobispo Peña Parra y le pedí disculpas por toda la situación. Sabía que no era culpa mía, pero no quería terminar una velada tan bonita con una nota negativa. Se mostró visiblemente sorprendido y me preguntó si estaba bien y qué había pasado. Le dije que estaba tan sorprendido como él.
Me dijo: «No te preocupes por eso, haz las preguntas que tengas que hacer».
Volví a la entrevista.
Edgar es el tipo más duro del equipo, sin duda alguna.
Pero mientras Peña Parra hablaba, la mente de Edgar estaba en otra parte.
En su reflexión posterior al incidente, Beltrán sostuvo que la agresión lo llevó a pensar en la violencia que viven muchos compatriotas. «Me hizo comprender dolorosamente que los venezolanos no estamos seguros una vez que salimos de nuestro país, incluso cuando solo queremos preguntar por un futuro santo», escribió.
El periodista recordó que, pocos días antes, dos venezolanos -un analista político y un activista de derechos humanos- fueron atacados en Colombia, y uno de ellos era su amigo.
«Si los informes son correctos, significa que personas vinculadas al gobierno venezolano están ordenando el asesinato de venezolanos en el extranjero, por sus posiciones políticas», señaló.
Para finalizar, el editor de The Pillar destacó la valentía de su corresponsal y su compromiso con el periodismo libre. «Después de la intimidación y la agresión, Edgar encontró su grabadora, se sacudió el polvo y volvió al trabajo. Es valiente, convencido y tenaz. Ama la verdad, pase lo que pase», afirmó Flynn.






