(Kath.net/InfoCatólica) Ejemplos concretos del desarrollo que teme serían la introducción de la identidad digital en el Reino Unido, la verificación de edad en línea en Australia y la vigilancia prevista de los chats en la Unión Europea. Esta última se justifica con la lucha contra el abuso infantil, pero conduciría a una supervisión automática de todos los mensajes privados en plataformas como WhatsApp, Telegram o Signal. En todo caso, la oposición de varios países, especialmente de Alemania, ha parado este primer intento de la UE de controlar esos medios de comunicación.
«Lo que antes fue la promesa del libre intercambio de información se está convirtiendo ahora en el instrumento de control definitivo», escribe Durow. «Antiguos países libres están introduciendo medidas distópicas: identidades digitales (Reino Unido), verificación de edad en línea (Australia) y el escaneo masivo de mensajes privados (UE)», continúa.
En el siguiente párrafo, Durow critica la actuación de las autoridades en varios países: «En Alemania se persigue a cualquiera que se atreva a criticar a los funcionarios en Internet. En el Reino Unido, miles son encarcelados por sus tuits. En Francia se procesa penalmente a los líderes tecnológicos por defender la libertad y la privacidad». Esto último podría ser una alusión a su arresto en Francia en agosto de 2024.
En los dos últimos párrafos se hace evidente que Durow teme el fin de nuestra civilización:
«Nos han hecho creer que la mayor lucha de nuestra generación consiste en destruir todo lo que nuestros antepasados nos legaron: la tradición, la privacidad, la soberanía, el libre mercado y la libertad de expresión.
Al traicionar la herencia de nuestros antepasados, nos hemos conducido a nosotros mismos por un camino de autodestrucción: moral, intelectual, económica y, en última instancia, biológica».







