(InfoCatólica) El tribunal de apelación mantuvo íntegramente la sentencia dictada en septiembre por un juzgado de primera instancia de Rabat. El fallo considera que los hechos encajan en el delito de «atentado contra la religión islámica», tipificado en el Código Penal marroquí, y aprecia la circunstancia de difusión por medios electrónicos al haberse realizado a través de redes sociales. La pena confirmada es de dos años y medio de prisión efectiva y una sanción económica.
Según la acusación, la publicación —una fotografía de la activista con una camiseta con la frase «Alá es lesbiana»— constituía un acto público que atentaba contra la religión musulmana. La defensa alegó que se trataba de un ejercicio de libertad de expresión y que no existía intención de incitar al odio ni a la violencia. La Corte consideró suficientes los elementos probatorios de cargo y dio por válidos los criterios jurídicos utilizados en la primera instancia.
El caso se inició tras la difusión de la imagen en redes sociales y la posterior apertura de diligencias por la fiscalía competente. Lachgar fue detenida y pasó a prisión preventiva hasta la celebración del juicio, en el que fue condenada. Con la resolución de apelación, la pena queda confirmada, si bien la defensa puede recurrir en casación ante el Tribunal de Casación por motivos de derecho.
El marco legal aplicado contempla sanciones de prisión y multa para las conductas que se consideren atentatorias contra la religión islámica, con agravantes cuando el hecho se comete en público o se difunde por medios de comunicación o canales electrónicos. La sentencia dedica especial atención al carácter público de la publicación y a su alcance a través de internet, elementos que han resultado determinantes en la calificación y en la medida de la pena.
Ibtisame Lachgar es una figura conocida del activismo feminista en Marruecos, vinculada a campañas por las libertades individuales y los derechos de las mujeres. Su entorno ha mostrado preocupación por la confirmación de la condena, mientras que sectores religiosos y conservadores han defendido la aplicación estricta de la normativa vigente.
A partir de ahora, la estrategia de la defensa se centra en estudiar un posible recurso de casación y en solicitar, en su caso, medidas de atenuación o sustitución de la pena conforme a los mecanismos previstos en la legislación marroquí. Mientras tanto, la condena permanece ejecutiva y Lachgar continuará en prisión.







