(Aci/InfoCatólica) "Siempre he sostenido que Dios es un Dios de amor. Dios puede permitir esto para golpear las conciencias de la gente insensible que ven la falta de todo de mucha gente pero no hace nada", indicó.
"Nosotros –dijo el Cardenal– estamos asistiendo a mucha gente y muchos otros se han hecho los desentendidos". Por ello, señaló, "rechazo de plano, muy tajantemente que esto sea un castigo de Dios. ¿Cómo va ser que Dios se vaya a complacer con que mueran muchos. Eso lo rechazo de plano pues, además, teológicamente no se puede explicar".
Para el Arzobispo, este tipo de males como el tsunami que afectó a Indonesia hace un tiempo, también tienen su origen en el pecado del ser humano. Ante ellos, "el cristiano, hombre y mujer, tiene que responder con la esperanza".
Tras expresar su dolor por la trágica situación de Haití, el Cardenal pidió la "solidaridad absoluta" de todos los países, también los de toda América, "incluidos Estados Unidos y Canadá" ya que República Dominicana no está en condiciones "y tampoco lo estaba antes" de responder sola a la emergencia.
"Hace falta entonces la solidaridad cristiana, Por eso este miércoles 21 de enero vamos a tener una Misa a las 6:00 p.m. en la Catedral los obispos hermanados con el Arzobispo de Puerto Príncipe (que falleciera en el terremoto). Vamos a orar por los sacerdotes fallecidos, los religiosos y religiosas y los miles de difuntos".
El Purpurado dijo también que ha decidido la realización de una gran colecta de víveres, dinero y medicinas desde el 21 de enero, Día de la Virgen de la Alta Gracia y Patrona de República Dominicana, hasta el 31 de este mes en todo Santo Domingo, para colaborar con las víctimas del terremoto de Haití, para quienes ya se ha recaudado en una "telemaratón" 50 millones de pesos, aproximadamente 1,3 millones de dólares.