(Efe/InfoCatólica) La carta podría ser leída al día siguiente, Miércoles de Ceniza, en las iglesias irlandesas, según señalaron fuentes religiosas irlandesas en Vaticano. Durante la primera jornada, según las mismas fuentes, los prelados se reunirán con el Papa y en la segunda lo harán con la cúpula de la Congreación para la Doctrina de la Fe.
Esta reunión es continuación de la celebrada el 11 de diciembre pasado en el Vaticano, a la que asistieron el cardenal Sean Brady, presidente de la Conferencia Episcopal Irlandesa, y el arzobispo de Dublín, monseñor Diarmuid Martin, así como S.E.R. el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone; los cardenales y arzobispos de la Curia Roma competentes en el caso y el Nuncio en Irlanda.
En aquella jornada el Papa dijo sentirse "desolado y angustiado" tras conocer el informe sobre los abusos de menores cometidos por sacerdotes católicos en Irlanda y dijo que compartía con los fieles de ese país la "indignación, la traición y la vergüenza" por esos delitos sexuales cometidos durante años. Benedicto XVI calificó de "crímenes atroces" los abusos cometidos durante 30 años sobre unos 400 niños irlandeses por 46 sacerdotes de la archidiócesis de Dublín, según desveló el informe elaborado por la Comisión Murphy, presentado el pasado 26 de noviembre.
Además, el Papa aseguró que la Iglesia continuaría investigando sobre este "grave caso" y expresó "una vez más" su profundo pesar por las acciones de algunos miembros del clero, que han traicionado sus solemnes promesas a Dios, así como la confianza depositada en ellos por las víctimas y sus familias y por la sociedad en general", precisó el comunicado.
En junio pasado mantuvo otra reunión con los mismos cardenales para analizar en aquella ocasión la situación de la Iglesia católica de Irlanda tras los miles de casos de abusos sexuales cometidos por religiosos contra niños durante casi 70 años, recogidos en el Informe Ryan. Ese informe desveló que miles de menores fueron objeto de abusos sexuales y torturas físicas y psíquicas en instituciones estatales regentadas por religiosos. Por estos escándalos ya han dimitido varios obispos irlandeses.