(Diariovasco.com/InfoCatólica) Munilla anunció que mantendrá por el momento -al menos durante este curso pastoral que concluirá en junio- la misma estructura, organización y fórmulas de nombramientos que se desarrollaban bajo el mando de su antecesor en el cargo Juan María Uriarte. No obrará ninguna revolución. Un gesto sincero que es interpretado por los sacerdotes guipuzcoanos como un claro deseo por recuperar el sosiego después de que el 77% de los mismos se adhirieran a un escrito en el que expresaron su "dolor" por la elección de Munilla.
Vicario general
El nuevo prelado mantendrá los arciprestes y los equipos de dirección en la diócesis, al margen del consejo presbiteral, que ha permitido que curas, frailes, laicos y vicarios hayan asumido cargos de responsabilidad en los últimos años. Las incógnitas de buena parte del clero guipuzcoano sobre qué decisión tomaría al respecto quedaron disipadas. Munilla se ganó el voto de confianza tras prometer que se rodeará de "gente de casa" y que por tanto no realizará fichajes foráneos.
En este mismo sentido, Munilla anunció que desea tener un contacto "muy cercano" con cada uno de los 15 arciprestes que tiene repartidos por Gipuzkoa la diócesis. Munilla se comprometió a visitar los arciprestados en las próximas semanas para conocer el sentir de cada uno de ellos.
El prelado también se mostró dispuesto a hacer partícipes a los sacerdotes guipuzcoanos de la elección del vicario general. Tampoco aquí cambiará la fórmula de designación. Cada párroco recibirá en los próximos días una misiva en la que deberá dar sus tres posibles candidatos. Una vez realizado el cómputo global, el obispo designará al vicario general de entre los tres más votados.