(Cope/InfoCatólica) Don Jesús Sanz Montes, que este pasado fin de semana ha sido despedido por los feligreses jacetanos y que el próximo sábado, 23 de enero se despedirá en una misa en la Catedral de la capital altoaragonesa, afronta sus últimos días como obispo de Huesca y de Jaca, ya que el día 30 inicia un nuevo cometido como Arzobispo de Oviedo, sin embargo, si así lo decide la Santa sede podría ser administrador apostólico de ambas diócesis, según apuntó en una entrevista en Cope Huesca. “Las diócesis tendrán que tener hasta que nombren nuevo obispo un administrador apostólico y no está descartado que este cargo me pueda tocar”, dijo Sanz Montes, quien confesó que “preferiría que se nombrara un administrador diocesano”.
Jesús Sanz Montes aseguró que se va con “enorme pesar” y “mucha gratitud” después de seis años siendo obispo de ambas diócesis oscenses, los cuales ha vivido con “gran intensidad”. A su juicio, queda pendiente la constitución de un sínodo diocesano, que permitirá dar respuesta a los desafíos de Huesca y que pasan por la despoblación de las parroquias del medio rural, la edad del clero o la dificultad vocacional. Sanz Montes explicó que “el sínodo diocesano es la herramienta que da la iglesia para abordar de un modo orgánico y ordenado todos los factores a los que tendremos que responder como es la edad del clero, el seminario, la familia, los jóvenes, la despoblación”.
Según dijo “no se puede ir tapando agujeros para salir al paso de este desafío, sino dar una respuestas y eso lo permite el sínodo, dar respuesta más a medio y largo plazo”. Por el contrario, se mostró muy satisfecho de los aspectos en los que se ha podido trabajar como el seminario, donde en la actualidad hay tres jóvenes; la futura parroquia de San Francisco de Asís; la reorientación que se le ha dado al centro de Orientación Familiar (COF) o la puesta en marcha del Centro de Día de Cáritas.