(Agencias/InfoCatólica) Bellerive afirmó que hasta que los equipos de rescate no lleguen a todas las zonas de la capital y sus alrededores, donde tuvo su epicentro el terremoto, no se podrá ofrecer un recuento fiable de los fallecidos. "Hasta que lleguemos a las zonas marginales, donde vive el grueso de la población, no sabremos el número exacto", afirmó Bellerive.
El primer ministro destacó las enormes dificultades a que han tenido que enfrentarse las autoridades ante la catástrofe natural, y se defendió de las muchas críticas recibidas. "La gente no se da cuenta que hemos tenido que recoger 70.000 cadáveres en cinco días..., creo que ningún país está preparado para eso".
Este es el primer balance oficial de víctimas que se ha dado a conocer desde que el pasado día 12 ocurrió en el país caribeño. Sin embargo, el Gobierno haitiano y la Marina de Estados Unidos, que ha trasladado a 10.000 hombres al país para ayudar en las tareas de rescate y asistencia a la población, estiman que el número de muertos podría llegar a 200.000.
Cruceros de lujo
Uno de los cruceros de la Royal Caribbean International llegó el viernes a la costa norte de Haití donde desembarcaron unos 3.100 pasajeros para disfrutar de las exclusivas playas privadas de la isla. En ese paradisíaco lugar los afortunados viajeros de este crucero podían disfrutar de deportes acuáticos o barbacoas siempre teniendo garantizada su seguridad. La decisión de continuar adelante con el crucero dividió al pasaje.
La compañía responsable de los cruceros ha afirmado que la cuestión de "ofrecer una experiencia de vacaciones muy cerca del epicentro de un terremoto" ha sido objeto de considerable debate interno antes de que se decidiera incluir a Haití en sus itinerarios para las próximas semanas. Finalmente la empresa considera que seguir adelante con los cruceros es una forma de colaborar con la recuperación de Haití ya que existen muchos puestos de trabajo que dependen de ello y suprimir los viajes sería dejar a esas personas sin sustento.
Además la compañía considera que pueden ofrecer grandes oportunidades para usar sus barcos como buques de transporte de suministros de socorro y personal a Haití. Finalmente argumentan "sencillamente, no podemos dejar sola a Haití, ahora que más lo necesitan". Y es que la Royal Caribbean también ha prometido 1 millón de dólares para los damnificados del terremoto.