(Crux/InfoCatólica) Dos religiosas católicas fueron detenidas el pasado 25 de julio en la estación de tren de Durg, en el estado de Chhattisgarh (India), tras ser acusadas de trata de personas. Las hermanas Preeti Mary y Vandana Francis, pertenecientes a la congregación Green Garden Sisters, acompañaban a tres jóvenes y a un joven tribal adulto, todos ellos procedentes de Narayanpur, diócesis de Jagdalpur, con destino a Agra, en el estado de Uttar Pradesh.
Chhattisgarh, estado con una población de aproximadamente 30 millones de personas, es mayoritariamente hindú (más del 93 %), mientras que los cristianos representan menos del 2 %. La región está gobernada por el Bharatiya Janata Party (BJP), partido en el poder a nivel nacional desde 2014, vinculado al grupo nacionalista hindú Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS). Diversas minorías religiosas han denunciado un aumento del hostigamiento desde la llegada del BJP al poder con una política basada en la primacía del hinduismo.
En los últimos años, los incidentes contra cristianos y otras minorías religiosas han aumentado en la India, incluyendo detenciones por supuestos intentos de conversión y actos vandálicos contra lugares de culto.
Según la información disponible, las jóvenes, de entre 19 y 22 años, habían viajado con el consentimiento por escrito de sus padres para trabajar en un hospital gestionado por religiosas católicas. Sin embargo, al no portar billetes de plataforma, fueron detenidas por un revisor del tren (TTE), quien informó a miembros locales del grupo radical Bajrang Dal. Estos acusaron a las religiosas de intentar convertir a las jóvenes al cristianismo, a pesar de que ellas mismas afirmaron ya pertenecer a esta fe.
Bajrang Dal, brazo juvenil del Vishva Hindu Parishad, es una organización hindú militante conocida por su hostilidad hacia las minorías religiosas.
Pese a los documentos presentados por los padres de las jóvenes autorizando el viaje y el empleo con las religiosas, las acusaciones de «conversión forzosa» llevaron a que las religiosas y los acompañantes fueran obligados a abandonar el tren y trasladados a la comisaría para ser interrogados.
Actualmente, las tres jóvenes se encuentran bajo la tutela del Comité de Bienestar de la Mujer en Durg.
El cardenal Oswald Gracias, arzobispo emérito de Bombay y anteriormente arzobispo de Agra, expresó su preocupación: «Siento tristeza por este tipo de incidentes, que están en aumento. Nuestra misión está siendo malinterpretada. Me solidarizo con las religiosas y estoy convencido de que no cometieron ningún acto ilegal».
El purpurado añadió: «No deben ser hostigadas. Existen formas legales para interrogar y procedimientos adecuados para investigar. Este tipo de situaciones daña la imagen de nuestro país, que es un Estado de derecho».
«Conozco a estas religiosas de Agra, realizan una labor encomiable en la sociedad. Estoy seguro de sus buenas intenciones», concluyó el cardenal. «Este hecho fue una agresión contra mujeres. Nuestras religiosas fueron acosadas y faltadas al respeto. Así no se debe tratar a las mujeres. Incidentes como este empañan la imagen de la nación».