(AsiaNews/InfoCatólica) La región india de Maharashtra se ha convertido recientemente en el centro del debate sobre las denominadas «conversiones forzadas», y ahora los ataques se dirigen hacia un nuevo grupo: los llamados «criptocristianos». Con este término despectivo, los sectores nacionalistas hindúes acusan a ciertos ciudadanos de ocultar su adhesión al cristianismo para no perder los beneficios que la ley india reserva a las castas más desfavorecidas.
El pasado 17 de julio, el ministro principal del Estado, Devendra Fadnavis, anunció que cualquier persona perteneciente a una religión diferente del hinduismo, budismo o sijismo que haya obtenido de forma irregular el certificado de acceso a las cuotas legales para los dalits u otros grupos marginados, verá su documento anulado. Además, afirmó que el gobierno pretende implementar sanciones más estrictas contra las conversiones realizadas «mediante coacción o engaño».
Estas declaraciones fueron realizadas durante una intervención ante la Asamblea Legislativa, en respuesta a una consulta planteada por Amit Gorkhe, miembro del partido nacionalista hindú BJP. Gorkhe denunció que los «criptocristianos» estarían abusando de la libertad religiosa. «Aparentemente —declaró— estas personas pertenecen a las castas desfavorecidas y gozan de beneficios de reserva como puestos en el gobierno o ventajas electorales, pero en secreto siguen religiones diferentes».
Fadnavis respaldó sus palabras recordando una sentencia del Tribunal Supremo emitida en noviembre de 2024, en la que se estableció que las reservas deben aplicarse exclusivamente a hindúes, budistas y sijes. «Si alguien perteneciente a una religión diferente ha obtenido un certificado, éste será declarado nulo», reiteró el ministro, quien también indicó que ya es posible actuar contra estos casos en virtud del Código Penal. «Pero se ha formado una comisión para sugerir disposiciones más severas —añadió—. El gobierno tiene la intención de introducir medidas contundentes para estos casos y pronto tomaremos una decisión al respecto».
Por su parte, el responsable local de Asuntos Internos, Pankaj Bhoyar, adelantó que durante la próxima sesión de invierno de la Asamblea se presentará un proyecto de ley anticonversión.
La tensión se agravó con las declaraciones de la dirigente del BJP Chitra Wagh, quien durante el debate en la Asamblea acusó a los «criptocristianos» de inducir a mujeres hindúes a casarse bajo engaño. Citó el caso de una joven de 28 años en Sangli que se habría quitado la vida tras casarse con un «criptocristiano» y haber sido presionada para practicar el cristianismo. A raíz de este episodio, el diputado del BJP Gopichand Padalkar llegó a ofrecer públicamente, el 17 de junio, una recompensa monetaria por actos violentos contra sacerdotes y misioneros cristianos supuestamente implicados en conversiones forzadas.
En medio de esta grave escalada, el cardenal Oswald Gracias, arzobispo emérito de Mumbai, declaró a AsiaNews: «La Iglesia se opone a las conversiones forzadas u obtenidas con engaño: son ilegales. Tenemos un proceso estructurado y prolongado de preparación, que incluye una investigación. Siempre he dado instrucciones a los sacerdotes para que verifiquen con atención a los candidatos al bautismo». Añadió que «el ministro principal mismo ha reconocido que una persona puede seguir cualquier religión y convertir a otra con su consentimiento, especificando que la ley no permite el uso de la fuerza, el engaño o la seducción para obtener la conversión». El purpurado insistió en que «la Iglesia siempre ha estado desinteresadamente al servicio de la difusión de los valores del Evangelio y los principios de Jesús: verdad, justicia, paz, armonía, compasión, amor y perdón». Y concluyó: «Nuestras condolencias a la familia de la joven que se ha quitado la vida: es absolutamente erróneo obligar a alguien a convertirse. La Iglesia Católica se opone rotundamente a cualquier tipo de presión para cambiar de religión: es una cuestión de conciencia y de convicción, y debería ser una elección sagrada».
También en diálogo con AsiaNews, el padre Z. Devasagaya Raj, ex secretario de la Oficina de la Conferencia Episcopal Católica de la India (CBCI) para los grupos desfavorecidos, lamentó el uso del término «criptocristianos»: «No debería usarse nunca —comenta—. No existen: o son cristianos o pertenecen a otras religiones». A su juicio, el problema radica en el artículo 340, párrafo 3 de la Constitución india, que excluye a los dalits cristianos del régimen de reservas. «No estamos de acuerdo con eso porque viola la libertad religiosa e implica discriminación por motivos religiosos», indicó. Añadió que, según el artículo 25(2)(b), se consideran hindúes a todos aquellos que no son cristianos, musulmanes, judíos o parsis, incluyendo a sijes, jainistas y budistas. «Según esta definición, los ateos también se consideran hindúes», explicó.
En un país como la India, donde la diversidad religiosa convive cotidianamente, el sacerdote advirtió sobre los peligros de este tipo de legislaciones. «Introducir leyes similares en Maharashtra sólo traerá caos y confusión. Debilitará las relaciones interreligiosas que hoy existen y dará origen a situaciones malsanas entre personas de diferentes religiones», concluyó.