(CNA/LSN/InfoCatólica) Monseñor Niederauer respondió contundentemente a la política demócrata desde una columna en la edición del miércoles del periódico "Catholic San Francisco".
En una entrevista concedida a Newsweek hace dos semanas, Nancy Pelosi plantó cara a los obispos estadounidenses por su oposición a la financiación de abortos con dinero público, cuestión que podría llevar al episcopado del país norteamericano a retirar su apoyo a la reforma sanitaria propuesta por Obama.
Pelosi aseguró estar profundamente consternada por sus diferencias de opinión con los obispos: "siento que la fe en la que crecí está totalmente de acuerdo con lo que mantengo, esto es, que todos estamos dotados de libertad y responsabilidad para dar cuenta de nuestras acciones. Y que cada mujer debería tener la oportunidad de ejercer su libre albedrío".
"Soy católica practicante, aunque probablemente eso a ellos no les haga feliz. Pero es mi fe", aseguró la política demócrata, dirigiéndose a la jerarquía de la Iglesia Católica
Como respuesta, Monseñor Niederauer asegura que en la declaración de Pelosi existen "concepciones erróneas fundamentales sobre la enseñanza católica acerca de la libertad humana". Errores, asegura el arzobispo, "que son muy comunes dentro de la comunidad católica y fuera de ella".
"La libertad humana no legitima las malas elecciones morales, ni justifica la idea de que todas las elecciones morales son buenas si se toman libremente. El ejercicio de la libertad no implica el derecho a decir o hacer cualquier cosa", escribe el arzobispo, citando el Catecismo de la Iglesia.
El arzobispo de San Francisco explica que "es de todo punto incompatible con la enseñanza católica llegar a la conclusión de que nuestro libre albedrío justifica la toma de decisiones y posturas contrarias al evangelio, tales como el racismo, la infidelidad, el aborto o el robo", y añade que "el libre albedrío es la capacidad de actuar con responsabilidad moral. No es la habilidad de determinar arbritariamente qué es lo moralmente correcto".
"A la vez que respetamos profundamente la libertad de nuestros conciudadanos", asegura el prelado, "estamos profundamente convencidos de que el libre albedrío no puede ser alegado como una justificación para que la sociedad permita que se tomen decisiones morales que atacan los derechos fundamentales de los demás. Y eso es precisamente el aborto, que consiste en la eliminación de una vida humana inocente, y que no puede ser justificado por ninguna noción católica sobre la libertad".