(Aica/InfoCatólica) En el contexto del Año Jubilar, se celebró en Buenos Aires la Peregrinación Jubilar de la Vida Consagrada, un encuentro que convocó a 250 personas consagradas entre religiosas, religiosos y miembros de distintas comunidades.
El evento comenzó en la basílica Nuestra Señora de la Piedad, donde los participantes compartieron un momento de oración invocando la intercesión de Santa Mama Antula, figura significativa en el caminar espiritual argentino.
Desde ese punto, la peregrinación avanzó hacia la catedral metropolitana, simbolizando un gesto misionero que integró diversos carismas y experiencias de consagración. Más de medio centenar de sacerdotes acompañaron el trayecto, reforzando la comunión eclesial y el espíritu fraterno que marcó toda la jornada.
La misa conclusiva fue presidida por monseñor Alejandro Giorgi, obispo auxiliar de Buenos Aires y delegado para la Pastoral de las Vocaciones de la Conferencia Episcopal Argentina. En su homilía, el prelado subrayó la importancia del testimonio consagrado: «el valor del testimonio de la vida consagrada en la Iglesia y en el mundo, especialmente en tiempos que reclaman esperanza y compromiso evangélico».