(InfoCatatólica) El mensaje, firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, fue dado a conocer el 10 de julio durante la apertura del encuentro, organizado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) en colaboración con agencias de las Naciones Unidas y con el Gobierno suizo.
El Santo Padre felicitó a la UIT por el 160.º aniversario de su fundación y valoró sus esfuerzos por «fomentar la cooperación global para que los beneficios de las tecnologías de la comunicación lleguen a todas las personas del mundo». Subrayó especialmente el desafío de cerrar la brecha digital, ya que «aproximadamente 2.600 millones de personas en zonas rurales y de bajos ingresos aún carecen de acceso a las tecnologías de la comunicación», lo que limita su participación en los avances de la inteligencia artificial y otras innovaciones digitales.
Refiriéndose a la «revolución digital» impulsada por la IA, León XIV señaló que este avance «transforma ámbitos como la educación, el trabajo, el arte, la sanidad, la gobernanza, la comunicación e incluso el ámbito militar». Ante esta transformación, advirtió sobre la necesidad de discernimiento moral y de marcos regulatorios que garanticen que la IA sirva «a los intereses de toda la humanidad, construyendo puentes de diálogo y fomentando la fraternidad».
La IA no tiene moral
El Papa recordó que, aunque la IA puede simular aspectos del razonamiento humano y ejecutar tareas con gran eficiencia, «no puede replicar el discernimiento moral ni la capacidad de formar relaciones auténticas». Por ello, hizo un llamamiento a que los avances tecnológicos vayan acompañados de «respeto a los valores humanos y sociales, y de un crecimiento en la responsabilidad humana».
Finalmente, el mensaje invita a los responsables del desarrollo y uso de la IA a «buscar una claridad ética» y a establecer una gobernanza local y global coordinada, basada en el reconocimiento de la dignidad inherente y las libertades fundamentales de la persona. «El Santo Padre asegura sus oraciones en favor de los esfuerzos por el bien común», concluyó Parolin.
Brecha digital y brecha de IA
A principios de 2025, cerca del 68 % de la población mundial utiliza Internet, mientras que aproximadamente 2.600 millones de personas permanecen sin conexión. La brecha digital es especialmente profunda en las zonas rurales, donde solo el 48 % de la población tiene acceso a la red, frente al 83 % en áreas urbanas. Por regiones, en África subsahariana apenas un 32 % de la población está conectada, y en los países de ingresos bajos la proporción es del 27 %, en contraste con el 93 % en las economías desarrolladas. Esta desigualdad digital no solo impide acceder a servicios básicos como educación y sanidad, sino que también limita la participación en los avances asociados a la inteligencia artificial, creando una creciente «brecha de IA» que amenaza con aumentar las desigualdades sociales y económicas a nivel global.