(InfoCatólica) El Parlamento Europeo ha aprobado por unanimidad una resolución en la que expresa su «más enérgica condena» al atentado perpetrado el pasado 22 de junio en la iglesia ortodoxa griega del Profeta Elías, en el corazón de Damasco. La explosión, atribuida al grupo islamista radical Saraya Ansar al-Sunna, segó la vida de al menos 25 personas y dejó más de 60 heridos, convirtiéndose en el ataque más mortífero contra la comunidad cristiana siria en años.
La resolución, que reemplaza otras propuestas de diversos grupos parlamentarios, subraya que la sociedad siria, «religiosa y étnicamente diversa», ha padecido «más de una década bajo un régimen violento y divisorio y bajo el azote de grupos terroristas, especialmente Daesh», que han golpeado a comunidades árabes, kurdas, suníes, chiíes, alauíes, cristianas, drusas y yazidíes.
El texto denuncia también «una ola de violencia generalizada, incluida la sexual, en la costa siria contra la comunidad alauí desde marzo de 2025, con más de 1.200 víctimas civiles», así como «los enfrentamientos entre grupos religiosos en abril, en los que murieron más de 10 ciudadanos drusos».
Ante esta situación, los eurodiputados instan a las autoridades de transición de Siria a que «faciliten una investigación rápida, transparente e independiente de estos actos» y tomen «todas las medidas necesarias para erradicar la violencia religiosa, garantizar la rendición de cuentas y proteger la libertad de religión de todas las comunidades». En palabras del Parlamento, se hace un llamamiento a «restaurar la iglesia del Profeta Elías y reforzar la seguridad en los lugares de culto, muchos de los cuales poseen un valor histórico incalculable».
La resolución también emplaza a la Unión Europea a «crear un fondo de reconstrucción para Siria, condicionado a avances verificables en derechos humanos, justicia transicional y gobernanza inclusiva», y a organizar «lo antes posible» una Conferencia sobre el Diálogo en Siria con participación activa de la sociedad civil.
El Parlamento señala «la vulnerabilidad particular de las comunidades cristianas» en el actual contexto de transición política y pide al Consejo que mantenga y, en su caso, amplíe «las sanciones específicas contra actores responsables de violaciones de la libertad religiosa en Siria».
Por último, la Eurocámara hace un llamamiento para que la UE y los Estados miembros redoblen sus esfuerzos en la lucha contra el terrorismo islamista y la mejora de las condiciones en los campos de Al Hol y Roj, al tiempo que «se respete la integridad territorial de Siria».
El texto será ahora remitido a la Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, a la Comisión, al Consejo y a las autoridades sirias, en un intento de movilizar a la comunidad internacional en defensa de las minorías religiosas de un país que sigue pagando el precio de un conflicto interminable.
La iglesia de San Elías
La iglesia ortodoxa griega de San Elías (Mar Elias) en Damasco no es un templo cualquiera. Construida en el siglo XIX sobre los restos de una capilla mucho más antigua, se ha convertido en uno de los principales centros de culto de la comunidad cristiana ortodoxa siria. Situada en el barrio de Bab Touma, el histórico distrito cristiano de la capital, la iglesia ha sobrevivido a décadas de convulsiones políticas y conflictos armados, manteniéndose como símbolo de resiliencia para una de las minorías religiosas más antiguas de Oriente Próximo.
Sin embargo, su papel como faro espiritual también la ha convertido en un objetivo para los grupos extremistas. El atentado suicida del 22 de junio de 2025, reivindicado por el grupo islamista Saraya Ansar al-Sunna, dejó la nave central completamente devastada, con imágenes y mobiliario histórico reducidos a escombros. El ataque, perpetrado durante una concurrida celebración litúrgica, provocó la muerte de al menos 25 fieles y heridas a más de 60, muchos de ellos mujeres y niños.
Este no es un caso aislado. Desde el inicio del conflicto en 2011, las minorías religiosas en Siria —entre ellas cristianos, drusos, yazidíes y alauíes— han sufrido ataques selectivos tanto de grupos yihadistas como en enfrentamientos sectarios. Según organismos internacionales, la población cristiana siria ha pasado de representar alrededor del 10 % del total antes de la guerra a menos del 3 % en la actualidad, debido a asesinatos, desplazamientos forzados y emigración.