(InfoCatólica) Aunque los obispos estadounidenses elogiaron determinados aspectos positivos de una versión anterior del proyecto de ley, la restricción de los fondos federales para proveedores de abortos como Planned Parenthood se ha reducido a un año, la disposición sobre la libertad de elección de los padres en materia educativa se ha debilitado considerablemente y se ha eliminado la restricción a la financiación federal de los procedimientos de «transición de género».
Mons. Broglio ha afirmado:
«Mis hermanos obispos y yo hemos instado de manera reiterada y constante a los legisladores a utilizar el proceso de reconciliación presupuestaria para ayudar a las familias necesitadas y a rectificar aquellos aspectos del proyecto de ley que no atienden a los pobres y vulnerables. La versión definitiva de la ley incluye recortes inadmisibles en sanidad y ayudas alimentarias, rebajas fiscales que incrementan la desigualdad, disposiciones sobre inmigración que perjudican a familias y niños, y recortes en programas destinados a proteger la creación de Dios. La ley, tal como se ha aprobado, causará un daño especialmente grave a quienes son más vulnerables en nuestra sociedad. A medida que sus disposiciones entren en vigor, habrá personas que perderán el acceso a la sanidad y tendrán dificultades para adquirir alimentos, familias que serán separadas y comunidades vulnerables que estarán menos preparadas para afrontar los efectos medioambientales de la contaminación y los fenómenos meteorológicos extremos. Es imprescindible hacer más para evitar estas consecuencias devastadoras.
La enseñanza de la Iglesia católica, que nos llama a defender la dignidad humana y el bien común, nos obliga a redoblar nuestros esfuerzos, a ofrecer ayuda concreta a quienes se verán en mayor necesidad y a seguir defendiendo iniciativas legislativas que en el futuro ofrezcan mejores oportunidades a quienes más lo necesitan».