(Register/InfoCatólica) «Al ofrecer la Misa tradicional por primera vez, después de quitarme los ornamentos, me arrodillé en el banco de atrás y lloré», escribió el obispo Robert Reed, de 66 años, en su cuenta de Twitter el pasado miércoles.
Mons. Reed, presidente de la CatholicTV Network con sede en Watertown, reaccionaba así a una publicación de Rorate Caeli, un portal dedicado a las prácticas católicas tradicionalistas, incluida la Misa tridentina. La publicación preguntaba: «¿Qué pensaste cuando asististe a una Misa tradicional en latín?»
In offering the Traditional Mass for the first time, after removing the vestments, I knelt in the back pew and wept.
— Bishop Robert Reed 𓀦 (@BpRobertReed) July 2, 2025
El prelado no precisó en su mensaje cuándo celebró por primera vez esta forma del rito romano ni con qué frecuencia lo ha hecho desde entonces.
El jueves por la mañana, un portavoz de la Archidiócesis de Boston comunicó que el obispo Reed declinaba conceder entrevistas al respecto. Su publicación en la red social había alcanzado 116.000 visualizaciones a última hora de la mañana de ese día.
El mensaje también ha recibido decenas de comentarios de apoyo. Uno de ellos decía:
«Muchos de nosotros, los llamados ‘trads’, sentimos que somos despreciados, incluso odiados, por nuestros padres espirituales solo por amar la tradición de la Iglesia. No sabe cuánto significa para nosotros una declaración como esta de un obispo. Gracias, Excelencia».
Otro usuario comentó:
«Como converso del protestantismo, cuya familia entera de conversos —padre, madre, padrastro, hermana, hermano, etc.— asistimos todos a la Misa tradicional. No porque odiemos el Novus Ordo o a los católicos del Novus Ordo, sino porque amamos nuestro rito antiguo».
Las palabras de Mons. Reed llegan en un momento en el que los católicos de todo el mundo se preguntan cómo abordará el papa León XIV la cuestión de la Misa tradicional, especialmente tras los enfoques marcadamente diferentes de sus dos predecesores inmediatos.
Benedicto XVI, quien ocupó la Sede de Pedro de 2005 a 2013, amplió mediante Summorum Pontificum el acceso al rito tridentino, permitiendo a los sacerdotes celebrarlo sin requerir autorización especial de los obispos diocesanos.
Por el contrario, Francisco, papa entre 2013 y abril de 2025, trató de restringir su uso para fomentar la unidad eclesial. En su carta apostólica Traditionis custodes de julio de 2021, estableció normas que impedían celebrar esta forma litúrgica en iglesias parroquiales y exigían a los nuevos sacerdotes una autorización expresa de la Santa Sede para oficiarla.