(EP/InfoCatólica) Escudero explicó que la visita de este grupo de profesores y periodistas estadounidenses se había coordinado por la Junta Islámica de España, en el marco de un "programa de intercambio cultural" con la Fundación para el Intercambio y la Cooperación, radicada en Estados Unidos, y con la también organización estadounidense "Iniciativa Córdoba", llamada así "en honor al paradigma histórico que representa Córdoba respecto a la tolerancia y convivencia pacífica entre diferentes culturas y religiones, que son, precisamente, los valores que defienden y promueven estas entidades norteamericanas y los hoy expulsados de la Mezquita", dijo Escudero.
En concreto, el grupo estaba compuesto por un total de 13 personas, la mayoría de ellas no musulmanas, aunque quien encabezaba la visita es el imán y también profesor de Árabe y Estudios Islámicos en la Universidad de Maryland, Bachar Feisal, quien hacía las veces de guía del resto y les iba explicando, en inglés, lo que estaban contemplando. En un momento dado, según Escudero, Feisal fue requerido por un guarda de seguridad del monumento para que dejara de explicar el monumento, alegando que eso sólo lo podían hacer los guías turísticos oficiales y además autorizados por el Cabildo.
Dado que el profesor estadounidense siguió con su explicación, todo el grupo fue expulsado de la Mezquita, "siendo prácticamente empujados, aún cuando son gente pacífica y la mayoría, en ese momento, no entendía lo que estaba pasando", según subrayó el presidente de la Junta Islámica. En opinión de Escudero, "supone un grave revés para esa imagen que se quiere vender de Córdoba como ciudad de la tolerancia, punto de encuentro de las tres culturas (cristiana, musulmana y judía) y candidata a ser Capital Europea de la Cultura en 2016, pero en la que se dan situaciones como ésta, en las que, no es ya que se impida rezar a un musulmán en la Mezquita, es que también se prohíbe la libertad de expresión".
No respetaron las normas
Por su parte, en declaraciones a Europa Press, un portavoz del Cabildo Catedral de Córdoba, institución de la Iglesia Católica que es titular de dicho templo, consagrado al culto cristiano desde el siglo XIII, reconoció que, efectivamente, se había instado "educadamente" a dicho grupo de turistas estadounidenses a abandonar el monumento, ya que "incumplieron reiteradamente, a pesar de los diversos avisos previos que recibieron, las normas previstas para la visita al templo en horario litúrgico, que es cuando ocurrió este hecho puntual".
Así, el portavoz eclesiástico recordó que "la Catedral de Córdoba, al igual que muchos otros templos o monumentos que reciben la visita de turistas, tiene reguladas estas visitas y, en concreto, entre las 8,00 y las 10,00 horas, que es cuando este grupo visitaba la Catedral, la visita es gratuita, pero sólo se pude hacer de forma individual, no en grupos, y además en silencio", ya que ese es el horario en el que se permite el acceso libre de público para la asistencia a misas y otros actos litúrgicos.
A este respecto, el portavoz del Cabildo Catedral de Córdoba destacó que "si este grupo hubiese visitado el templo a partir de las 10,00 horas no habrían tenido ningún problema para hacerlo como grupo y, además, si lo solicitaban con antelación no tenían que contar con uno de los guías oficiales acreditados para dicha labor, pues es habitual que grupos, por ejemplo de estudiantes, visiten la Catedral dirigidos y bajo las explicaciones que les ofrece su propio profesor".
Sin embargo, según subrayó este portavoz de la entidad titular de la Catedral, "no sólo no hicieron tal solicitud, sino que, después de haber sido conminados, educadamente y hasta en un total de cinco veces, a que debían visitar el templo en silencio y no en grupo, hicieron caso omiso a esos avisos y no dejaron otra opción que la invitarles a abandonar el templo".