(LifeSiteNews/InfoCatólica) La noticia del fallecimiento del Dr. Gene Antonio —cuyo apellido utilizaba entre sus seres más cercanos— el pasado 3 de mayo tomó por sorpresa a muchos, especialmente al autor de estas líneas, con quien mantenía una estrecha amistad.
Aquel fatídico día recibí una esquela que, en principio, no vinculé con Gene Anthony, hasta que supe que se trataba de él. En abril me había pedido oraciones y, aunque sonaba afectado por una fuerte gripe, su voz seguía rebosante de energía. No imaginé que su situación era grave —un error de juicio que me costó el no acudir a su auxilio con mayor prontitud—.
Según relata Sue Cyr, colaboradora y amiga desde Dallas, el Dr. Anthony sufrió una caída al subir unas escaleras mientras se preparaba para una charla pro‑vida. La fractura de espalda y pierna lo condujo a una recuperación con terapia e infrarrojos. Meses más tarde el dolor lo llevó a un hospital, donde se descubrió una grave infección que desembocó en sepsis. Fue operado ese mismo día y falleció en cuidados intensivos aquella noche.
Gene era un hombre de fe inquebrantable, gran deportista y uno de los evangelizadores pro‑vida más efectivos que haya conocido. Con su ministerio Save Helpless Babies ayudó a miles de personas a librarse del aborto, la pornografía, las adicciones y el suicidio; y lo hizo en un anonimato intencional, sin buscar reconocimiento.
Además de su labor pro‑vida, me brindó ayuda invaluable durante una etapa de graves problemas de salud. Después de años sin poder dormir acostado por intensos dolores cervicales, seguí sus recomendaciones de suplementos saludables que me permitieron recuperar la capacidad de descansar. Por diez años conté con su respaldo incondicional.
Su vocación pro‑vida le llevó a dar conferencias en cientos de centros educativos de República Dominicana, Estados Unidos y otros países. Sin embargo, fue en Internet donde alcanzó su mayor impacto: creó sitios que salvaron vidas mediante contenidos fuertes y veraces, presentando material como The Silent Scream y The Hard Truth, junto a testimonios reales y fotografías de bebés salvados. Esto lo convirtió en un referente internacional en prevención del aborto y el suicidio.
Gene era también un lector apasionado de LifeSiteNews, del que decía: «No hay nada como LifeSite en el mundo. Es el mejor y único servicio de noticias que alguien necesita». Su comunión con ese portal era tan intensa, que con frecuencia recomendaba historias que él consideraba inspiradoras y útiles para su misión.
Sue Cyr describe así al Dr. Gene: «Dr. Gene y su familia son un ejemplo valiente de amar hasta el dolor. Estuvo en “modo bestia inquebrantable” desde que lo conocimos, combatiendo en las batallas más intensas de nuestra cultura… Dr. Gene antepuso a otros y literalmente ayudó a salvar decenas de miles de vidas y almas. Corrió su carrera hasta el final y es un verdadero modelo de pasión por el Evangelio y de buscar la perla de gran valor. Dr. Gene, te saludamos. Bien hecho, buen y fiel servidor».
Es evidente que Dios le dirá al Dr. Anthony: «Bien hecho, buen y fiel servidor». Su vida es testimonio vivo de entrega sin límites.
Este relato personal subraya la urgencia de mantener y apoyar medios como LifeSiteNews, que inspiran y capacitan a hombres y mujeres para defender la vida, la familia y la fe. Por ello, se hace un llamado para colaborar generosamente con su actual campaña trimestral, y así continuar llevando esperanza y valentía a quienes luchan por la evangelización y la defensa de los valores cristianos en el mundo.