Fin a la guerra litúrgica en la archidiócesis siro-malabar de Ernakulam-Angamaly
Obispos de la Iglesia siro-malabar celebrando la liturgia (Facebook)

Acuerdo histórico

Fin a la guerra litúrgica en la archidiócesis siro-malabar de Ernakulam-Angamaly

Tras años de enfrentamientos, divisiones internas, manifestaciones e incluso litigios civiles, la archidiócesis india de Ernakulam-Angamaly ha alcanzado un acuerdo litúrgico que permitirá la convivencia de ambos ritos en disputa. La medida, respaldada por el Sínodo y el Vaticano, entra en vigor el 3 de julio.

(InfoCatólica) Una reunión clave celebrada el 19 de junio de 2025 en la archidiócesis de Ernakulam-Angamaly, en el estado indio de Kerala, ha logrado un acuerdo histórico sobre la forma de celebrar la Santa Misa, poniendo fin a una disputa litúrgica que se arrastraba desde hace largos años. La solución, aceptada por más de 300 sacerdotes junto con el arzobispo mayor Raphael Thattil y su vicario Mar Joseph Pamplany, ha sido recibida con esperanza por amplios sectores del clero y los fieles, que durante este tiempo vivieron episodios de violencia, litigios y divisiones internas.

El acuerdo establece que los domingos y fiestas de precepto se celebrará una «Misa unificada», en la que el sacerdote se dirigirá hacia el altar durante la Plegaria Eucarística y hacia el pueblo durante la Liturgia de la Palabra. Esta fórmula se aplicará en franjas horarias específicas —entre las 5:30 y las 10:30 y entre las 15:30 y las 18:00—, mientras que en el resto de celebraciones se permitirá el uso del rito anterior, en el que el celebrante permanece orientado hacia el pueblo en todo momento.

El nuevo esquema entrará en vigor el próximo 3 de julio, festividad de Santo Tomás Apóstol, patrón de la Iglesia siro-malabar. Como parte del proceso de reconciliación, se ha acordado también la disolución de la curia arquidiocesana, la retirada de denuncias policiales y procesos judiciales contra sacerdotes disidentes, y la sustitución de los administradores de cuatro decanatos designados por Mons. Bosco Puthur. Asimismo, los nuevos presbíteros no estarán obligados a seguir exclusivamente el rito unificado, gozando de los mismos derechos que el resto del clero.

En las parroquias donde persisten disputas legales, el nuevo rito solo se implantará una vez resueltos los conflictos. Aunque algunas voces críticas favorables al rito aprobado por el Sínodo han expresado su desacuerdo, el sentir predominante, especialmente entre los miembros del Movimiento Arquidiocesano por la Transparencia (AMT), es de satisfacción por haber visto reconocido su derecho a mantener la liturgia tradicional.

Tanto el Sínodo de los Obispos de la Iglesia siro-malabar como el Dicasterio para las Iglesias Orientales del Vaticano han dado su visto bueno al acuerdo. Este entendimiento marca un hito en la historia reciente de la Iglesia siro-malabar, que llegó a afrontar amenazas de cisma, protestas masivas, huelgas de hambre y la intervención directa de la Santa Sede, sin que hasta ahora se hubiera logrado un consenso duradero.

Historia del conflicto

La archidiócesis de Ernakulam-Angamaly, la más grande de las 35 diócesis que conforman la Iglesia católica siro-malabar, con más de 500.000 fieles, llevaba años inmersa en una profunda crisis. La situación comenzó a deteriorarse en 2017, cuando se descubrieron irregularidades en transacciones inmobiliarias que habrían causado pérdidas de unos 10 millones de dólares a la archidiócesis, lo que desató una rebelión entre los sacerdotes y un prolongado litigio que aún genera controversia.

En medio de este ambiente de tensión, la Iglesia siro-malabar, que cuenta con cerca de cinco millones de fieles en todo el mundo, decidió en 2021 introducir una nueva liturgia eucarística «uniforme», la cual fue rechazada por la mayoría de los sacerdotes y laicos de la archidiócesis de Ernakulam-Angamaly. Mientras que el nuevo formato litúrgico establece que el sacerdote debe volver su rostro hacia el altar (ad orientem) durante la celebración de la Eucaristía, muchos sacerdotes y fieles en esta archidiócesis han exigido continuar con la práctica de celebrar la liturgia de cara al pueblo (versus populum).

Este conflicto litúrgico ha provocado boicots, huelgas de hambre y actos de protesta, como la quema de efigies de cardenales y la destrucción simbólica de cartas oficiales de la Iglesia. En diciembre de 2022, enfrentamientos físicos entre defensores y opositores de la nueva liturgia condujeron al cierre de la catedral de la archidiócesis, que no reabrió hasta marzo de este año.

Un compromiso temporal

En junio de 2023, los líderes de la Iglesia siro-malabar anunciaron que los sacerdotes que no adoptaran la nueva liturgia uniforme antes del 3 de julio serían considerados en cisma y suspendidos de su ministerio. No obstante, poco antes de que expirara el plazo, se alcanzó un compromiso que permitía a las parroquias continuar celebrando la liturgia versus populum, siempre que ofrecieran al menos una misa según el nuevo formato los domingos y en las principales fiestas religiosas.

A pesar de este acuerdo, el conflicto en torno a las ordenaciones sacerdotales no se resolvió. La ordenación de los ocho diáconos estaba programada para diciembre de 2023, pero fue pospuesta después de que a los candidatos se les exigiera que firmaran un compromiso escrito para celebrar únicamente la nueva liturgia después de su ordenación. Los defensores de la liturgia versus populum criticaron esta medida, argumentando que no era justo imponer tal promesa a los diáconos cuando los sacerdotes actuales aún ofrecían la nueva liturgia solo en días específicos.

El 12 de octubre, la archidiócesis de Ernakulam-Angamaly emitió un comunicado de prensa en el que aclaraba que la dispensa otorgada a los sacerdotes para seguir celebrando la liturgia versus populum era solo una «concesión temporal», y no un reconocimiento de un derecho. Según el comunicado, el prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, la autoridad vaticana correspondiente, había especificado que esta excepción no se aplicaba a los nuevos sacerdotes.

Más tensiones por cambios en la curia

El malestar en la archidiócesis se vio agravado por el anuncio, el 9 de octubre, de una serie de cambios importantes en la curia diocesana. Entre los cambios más destacados estuvo la remoción del protosincelo (*), sincelo (*), canciller, vicecanciller y el oficial asistente de finanzas de la archidiócesis. La designación del nuevo canciller, el padre Joshy Puthuva, fue especialmente controvertida, ya que el sacerdote había sido vinculado al escándalo inmobiliario de 2017.

Los manifestantes exigieron no solo la renuncia del administrador apostólico, el obispo Bosco Puthur, quien ha estado al frente de la archidiócesis durante este periodo de crisis, sino también la reversión de los cambios en la curia y la ordenación inmediata de los diáconos. Además, pidieron que la archidiócesis de Ernakulam-Angamaly obtuviera un estatus «independiente» dentro de la Iglesia siro-malabar, lo que implicaría que la archidiócesis dejara de estar bajo la supervisión directa de los líderes de la Iglesia siro-malabar y pasara a depender directamente de la Santa Sede.

Críticas a la solicitud de independencia

La solicitud de independencia fue rápidamente criticada por la Comisión de Medios de Comunicación de la Iglesia siro-malabar. En una publicación en redes sociales del 14 de octubre, la comisión calificó de «irónico» que los manifestantes, que habían rechazado las directrices del Papa Francisco sobre la liturgia, ahora buscaran convertirse en una «Iglesia independiente bajo el Papa».

«La verdad es que quienes realizan actividades que dañan al Papa mientras sostienen banderas papales no tienen fe en Dios ni sentido del pecado», dijo la comisión. También subrayaron que los «buenos creyentes» de la archidiócesis podrían reconocer estas «tácticas conspirativas». 


(*) El protosincelo es un cargo eclesiástico en las Iglesias orientales católicas y ortodoxas, equivalente al vicario general en la estructura de la Iglesia católica de rito latino. El protosincelo es el principal asistente del obispo en la administración de una diócesis o archidiócesis, actuando como su mano derecha en asuntos administrativos y pastorales.

El sincelo es también un cargo eclesiástico en las Iglesias orientales, similar al protosincelo, pero con un rango inferior. Mientras que el protosincelo es el principal asistente del obispo, el sincelo es uno de los colaboradores cercanos que ayuda en la administración y gobierno de la diócesis o archidiócesis, pero bajo la supervisión del protosincelo.

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