(Agencias/InfoCatólica) “Las medidas llaman a la reflexión. Es cierto que hubo esas compras nerviosas de la gente, que representan no sólo un afán de consumismo sino de preservar en bienes concretos el dinero. La existencia de un control de cambios se presta para la corrupción y el ventajismo. Dios quiera que hubiera esa promoción que hace falta de un empleo digno con el cual todos los venezolanos puedan llevar a su casa el sustento”, dijo.
El arzobispo recordó que “el país no es sólo de quienes gobiernan”. Sobre la situación de los apagones eléctricos en el país, afirmó que “pareciera que no hubiera una responsabilidad real por parte del Estado. Como Iglesia nos preocupa la situación del más pobre”.
El prelado hizo un llamamiento al diálogo nacional y a la reflexión para buscar soluciones a la situación económica creada luego del ajuste cambiario. Estas declaraciones las expresó en el marco de la nonagésima tercera asamblea ordinaria del episcopado venezolano.