(EP/InfoCatólica) El acusado sostiene la teoría de que pretendía salvar vidas de los nonatos con su acción del 20 de mayo de 2009, cuando irrumpió en la iglesia de Wichita, Kansas, y tiroteó a Tiller al entrar en la misma para el servicio religioso dominical.
Las medidas de seguridad en torno al juicio se han incrementado para evitar incidentes y ante la previsión de manifestaciones pro y antiabortistas.
El médico era un conocido defensor del supuesto "derecho" al aborto y practicaba interrupciones del embarazo en su clínica de Wichita desde 1973 y trabajaba además como ayudante del pastor en la Iglesia de la Reforma Luterana.
Tiller había sido durante años el principal objetivo de los antiabortistas e incluso había sido víctima de otros intentos de asesinato. Su clínica era el escenario habitual de protestas.
Por su parte, los grupos pro-abortistas consideran que la muerte de Tiller y el cierre de su clínica, que brindaba servicios a mujeres que querían abortar por malformaciones de los fetos, incluso después de la vigésimo segunda semana de embarazo, es un golpe para los derechos de las mujeres y recuerdan que sólo hay dos clínicas similares en el país.