(El Universal/InfoCatólica) El prelado denunció que los fines de semana "se han vuelto una tragedia que envuelven a muchas familias en un manto cruento y de dolor. Los jóvenes y los niños son las principales victimas de este flagelo junto con la violencia que se ha apoderado del país sin distinguir en color político, clase social o religión".
Don Ubaldo resaltó que en Venezuela hay una "grave carencia de políticas públicas acertadas" para combatir el flagelo de la inseguridad. "Se ha perdido, de forma acelerada, el valor sagrado de la vida humana y el sentido mismo de la existencia. Estamos frente a un grave problema afectivo y espiritual".
El arzobispo insistió en que la sociedad no debe acostumbrarse a la violencia: "Debemos manifestar firmemente nuestro rechazo a cualquiera de sus expresiones y, particularmente, a los atentados contra la vida como son los secuestros, las extorsiones, el narcotráfico, el sicariato, el comercio de órganos, la explotación de menores".
Además, Monseñor Santana hizo un llamado a toda la sociedad para que "tome mayor conciencia sobre el problema de la inseguridad" y a las autoridades competentes para que "tomen medidas efectivas que protejan a toda la ciudadanía". De igual manera, exhortó a que se respete la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en lugar de tratar de "modificarla o cambiarla por una nueva Carta Magna".
El presidente de la CEV indicó que es necesario reinstitucionalizar la nación, incentivar el diálogo y mejorar la calidad de vida: "Necesitamos cambiar nuestras mentalidad para entender que la pobreza no la resuelve el gobierno con medidas macroeconómicas y una mejor distribución de la renta petrolera".
Inadmisible presencia de grupos irregulares
Monseñor Santana, calificó de "amenazante para la convivencia pacífica del país" el clima de tensión que se vive entre Venezuela, Colombia y Ecuador y declaró "inadmisible" la presencia y la acción de grupos irregulares de diversos signos que "se mueven libre e impunemente en nuestras fronteras".
"Ante tan amenazante situación para la convivencia pacifica y fraternas de estos pueblos", declaró el arzobispo, "los habitantes de estas tres naciones y de la América entera debemos aprovechar todas las ocasiones para impulsar con hechos la difusión del evangelio, el valor de la dignidad humana y el sentido sagrado de la vida. Todo sin excepción debemos empeñarnos y a fondo en la promoción de la paz y la concordia".
La educación es un tema prioritario
El presidente de la conferencia de los obispos venezolanos considera que el tema de la aprobación y aplicación de la Ley Orgánica de Educación es de suma importancia, pues "existe un gran colectivo de católicos trabajando y ellos serán los primeros en intervenir para que se apliquen los correctivos necesarios".
"Hay un gran colectivo de católicos inmerso trabajando en el mundo de la educación y ellos serán, sin duda, los primeros que van a intervenir para que no sólo la ley se aplique de la manera mas constitucional y objetiva posible sino también para que la leyes especiales que se vayan a preparar, discutir, elaborar y aprobar sean leyes que no cercenen los derechos fundamentales que tienen también los padres y la sociedad de transformarse y de ser protagonistas de la calidad educativa en Venezuela", destacó.
Respetar a la Iglesia
A la salida de la reunión, monseñor Ubaldo Santana declaró que el año 2010 será difícil si se enfoca desde el ángulo de la polarización "pero puede ser un año fecundo si cambiamos el rumbo y buscamos abrir espacios de participación y que en los distintos sectores surjan lideres verdaderos, interesados en hacer del dialogo la herramienta fundamental porque aquí solo hay dos vías, o dialogamos o caemos en mayor violencia".
El arzobispo de Maracaibo pidió al Gobierno venezolano y a la oposición que respeten la verdadera naturaleza de la Iglesia Católica: "El gobierno quiere hacernos 'gobierneros' y los de oposición 'oposicionistas' y yo creo que tanto para el gobierno como para la oposición es importante que respeten la verdadera naturaleza de la acción de la iglesia y que en ese sentido nos ayuden a cumplir con nuestra misión religiosa, promover valores y principios morales".