(Agencias/InfoCatólica) "Ha salido el día deseado. No habíamos pedido otra cosa a los Magos para este año que buen tiempo", reconocía una vez finalizado el auto sacramental Enrique Itoiz Ojer, presidente de la Agrupación Misterio de Reyes de Sangüesa. Ayer cumplía 60 años, y lleva 15 al frente de este colectivo, al que pertenece desde que se fundó en 1967.
El Misterio se representa desde finales del siglo XIX, si bien ahora toma como base un texto de 1900 del capuchino José de Legarda. "Lo principal para su mantenimiento ha sido y es la colaboración vecinal", recalca Itoiz. La presente edición del Misterio la protagonizaron 29 personas, de las cuales la mayor parte se estrenaba.
Pese a las bajas temperaturas, numerosas personas se trasladaron hasta Sangüesa para presenciar este teatro escenificado al aire libre.
El Auto Sacramental de los Reyes Magos revive la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar a la ciudad para adorar al niño, el encuentro con Herodes, las conversaciones con los pastores y zagales, y el aviso del ángel que les informa de las malas intenciones del rey.
El espectáculo, que consta de nueve escenas, comienza cuando los tres Reyes Magos y su séquito parten del palacio Príncipe de Viana guiados por una estrella para atravesar algunas calles y llegar a la calle Mediavilla, donde comienzan los primeros diálogos.
A continuación, la comitiva y los espectadores se dirigen al palacio de Vallesantoro, donde tiene lugar el diálogo entre los Reyes y Herodes.
En la Plaza de la Abadía transcurre la última parte de la representación ya que allí se encuentra el portal de Belén, donde los Reyes hacen las ofrendas al Niño, conversan con los pastores y el Ángel les avisa de que no vuelvan a Jerusalén.