(InfoCatólica) Los obispos españoles respaldaban unánimemente la actuación de toda la Iglesia en la cuestión del Valle, nos decía el 4 de abril con su habitual tono el Secretario y Portavoz, Mons. Magán. Una semana después se desmoronaba la tesis del Cardenal Cobo, arzobispo de Madrid, que pretendía presentarse como el gran conseguidor del supuesto acuerdo.
La campaña se volatilizaba al conocerse que una de las cabezas entregadas era la del entonces prior de la Abadía, Dom Santiago Cantera, que se le imponía abandonar su comunidad monástica en el Valle de los Caídos y violar su voto de estabilidad.
Ayer se conocían los detalles de ese «éxito» negociador, el Gobierno iba a profanar, convertir lo sagrado en profano es profanar, casi toda la Basílica y espacios de culto, incluyendo las capillas del Santísimo y el Santo Sepulcro, cúpula y demás. Se reducía el espacio «de culto» al altar y algunos bancos, como de especial protección. Curiosamente un presbiterio que pudo profanarse hace unos años sin más oposición que la persona a quien han entregado. Se desconocen otros detalles de esa negociación, pues como dice la nota la titularidad es de 'la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos'.
Hoy la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha emitido una nota, que aunque deja abiertos algunos interrogantes es una toma de posición frente a las intenciones del gobierno. Uno de los interrogantes es la participación y liderazgo del Cardenal Cobo en la interlocución y liderezgo, ya que la nota es de la Conferencia Episcopal. Tampoco en la nota hay referencia a lo ocurrido con el prior de la abadía.
A la espera de aclaraciones posteriores, la CEE ha trasladado a la opinión pública su actual parecer sobre la actuación del gobierno:
El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana ha hecho público el llamado “Concurso de proyectos del memorial de Cuelgamuros”.
En este sentido, deseamos manifestar que la Iglesia Católica nunca ha sido promotora ni impulsora de las actividades de resignificación que el Gobierno de España quiere llevar a cabo en el Valle limitándose a salvaguardar los acuerdos vigentes desde el inicio ante las intervenciones estatales.
El Gobierno toma la iniciativa lanzando un concurso de ideas sin contar con la Iglesia acerca de los pormenores o cuestiones que deberían ser concretadas con anterioridad, por si no se respetan los espacios y la sensibilidad religiosa.
Los términos del acuerdo realizado entre el Gobierno y la Santa Sede son generales y nuca se han detenido en los detalles o particularidades del mismo.
Una vez más, el Gobierno toma una iniciativas sin resolver cuestiones previas que afectan al concurso que presentan y que deberían ser aclaradas con anterioridad.
En cualquier caso, hay que señalar que, el intercambio de notas pro memoria de las reuniones celebrada en Roma entre el Gobierno de España y la Santa Sede, ha sentado unos principios que han de ser respetados por ambas partes y que son:
- El mantenimiento de la basílica donde se celebra la eucaristía así como sus signos litúrgicos y religiosos. Las intervenciones, de carácter artístico y museográfico siempre garantizarán el destino litúrgico y cultual de estos espacios sin alcanzar a dicho espacio.
- El mantenimiento de las capillas con sus símbolos religiosos y espacios litúrgicos. La intervención museográfica y artística debe respetar las capillas y los símbolos religiosos existentes en ellas.
- El acceso independiente desde la entrada principal exterior de la basílica hasta el lugar en que se celebran los sacramentos.
- La continuidad de la Comunidad monastica benedictina encargada del servicio litúrgico de la basílica, la hospedería y la escolanía.
Además, se estableció que una persona propuesta por la Iglesia Católica revisará el proyecto final ganador del concurso antes de su ejecución para asegurar que los acuerdos son respetados y las intervenciones son acordes con las normas litúrgicas.
Lo apropiado en relación a este concurso es que estuviera acordado con la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, responsable histórica del lugar y propietaria del espacio en el que se va a intervenir cuyos patronos fundamentales son Patrimonio Nacional y la Comunidad benedictina.